martes, 11 de octubre de 2011

Credibilidad

La credibilidad

Es muy habitual últimamente, oír hablar de la poca credibilidad que tienen los políticos entre la mayor parte de la sociedad  española.
La credibilidad, es la capacidad de generar confianza, y para que una persona pueda ser creíble, en primer lugar, debe ir siempre de la mano de la verdad y no estar involucrado o juzgado, por ninguna causa que produzca alguna duda, en su rectitud de ánimo o en la integridad de sus obras. En caso contrario la credibilidad iría disminuyendo paulatinamente.

Si tomamos estas premisas como base fehaciente de la credibilidad, es decir: verdad y honradez, pronto nos damos cuenta del porqué esa fama de increíbles se han ganado a pulso muchos de los políticos que nos asisten en la actualidad.

Pero no todos los políticos son iguales como quieren hacer creer interesadamente, las gentes adoctrinadas de la  izquierda más radical y sectaria.

La frase “todos son iguales”, la escuchamos con total desfachatez cuando  ellos, me refiero a los políticos de la izquierda, son sorprendidos en algún caso de corrupción. Así la escuchamos hasta la saciedad, cuando el PSOE de Felipe González, junto a varios de sus colaboradores, fue juzgado por los casos del GAL, Filesa, los tejemanejes de Rubio en el banco de España, el robo de la caja de los huérfanos de la Guardia Civil que protagonizó un zafio como Roldan, junto con otros chorizos y asesinos como Barrionuevo o Vera, juzgados por los asesinatos de los GAL y condenados a cárcel. En este caso, las huestes fanatizadas del PSOE quisieron hacer ver al resto de ciudadanos que todos los políticos eran iguales, así que: “más valía lo malo conocido que lo bueno por conocer.” Por tanto, sigan ustedes votando al PSOE. Que era en definitiva lo que pretendían conseguir con semejante frasecita.

En esta ocasión se equivocaron al creer que todos los ciudadanos de España eran tontos y carecían de sentido crítico. Pensaron que  todos eran como sus seguidores, gentes escogidas entre la ignorancia y la inanidad a la que se puede engañar, manipular y aleccionar fácilmente, a las que anulan el sentido crítico hasta llegar a fanatizar, algo muy extendido entre la izquierda.

Ahora  salen a la palestra  el movimiento de ciudadanos indignados, que si bien en un principio, parecía  estar apoyado por ciudadanos normales que de esta manera mostraban su irritación y enfado por la política económica que el gobierno socialista de Zapatero ha desarrollado durante todo este tiempo y que nos ha llevado a la ruina económica, y yo diría que hasta moral, pronto enseñan “la patita por debajo de la puerta” y descubrimos a unas hordas comunistas que con sus peticiones, extravagantes e imposibles de aplicar en una sociedad democrática y actos violentos, tratan de confundir al ciudadano y buscan el tensionar a la sociedad para evitar en lo posible el avance aplastante del PP. Ellos también quieren hacer creer que no apoyan a ninguno de los partidos democráticos, sean de derechas o izquierdas, pero cuando se manifiestan lo hacen mayoritariamente contra el partido de la derecha. Véase como ejemplo las manifestaciones recientes en Madrid contra la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, con motivo de las tan manidas dos horas más de tiempo de clase para los profesores. Protestas encabezadas por los sindicatos apoyados por los “perroflutas” del 15-M que ni son estudiantes y quizás no lo hayan sido nunca.  Pero esta es la escoria con la que cuenta la izquierda para tensionar las calles y evitar, si es posible, el ascenso aplastante del PP.

Y que podemos decir de la  credibilidad de unos sindicatos paniaguados que son corresponsables de la situación desastrosa en que han dejado España y ahora ya están amenazando con tomar las calles con movilizaciones ahora que  todos los sondeos apuntan al triunfo absoluto de la derecha. Donde estaban mientras ZP creaba cinco millones de parados y empobrecía a la clase trabajadora hasta la indigencia. ¿Quien puede creerles ahora? Y si la derecha gana por una amplia mayoría de votos, ¿Quiénes son ellos para hacerse representativos de quien? ¿De los “perroflautas” que no son capaces de representarse a ellos mismos? ¿De las minorías aborregadas que aun creen, ingenuamente, que son los sindicatos los que protegen y luchan por el bienestar de los trabajadores? No se engañen, su credibilidad es tan precaria que pueden llevarse la sorpresa de convocar una huelga y encontrarse en ella solo los liberados sindicales, que no son pocos, protegiendo los propios intereses de casta. Es decir, sus sueldos, subvenciones y demás prebendas. Si así ocurre, no solo habrán perdido la credibilidad, que ya la tienen en precario, sino la dignidad de sindicato de clase. Señor Mendes, señor Toxo, empiecen a pensar en su dimisión y dejen paso a una nueva generación de compañeros, sin duda más preparados y actuales que ustedes, que sí quieren en verdad ayudar a sus compañeros.

Pero dejaríamos esta reflexión incompleta si omitimos el papel increíble y sorprendente a la vez del aspirante a presidente del gobierno presentado por el PSOE, señor Alfredo Pérez Rubalcaba.

Increíble, porque es inimaginable para cualquier ciudadano con un mínimo de inteligencia, pensar que la persona que ha colaborado directamente y desde, nada menos  la vicepresidencia, a la ruina de esta nación, tenga la desfachatez de presentarse a unas elecciones pretendiendo que esa misma ciudadanía que ahora está sufriendo las consecuencias de la gestión desastrosa de este gobierno en el que estaba d. Alfredo, pueda darle su voto. Y sorprendente, ver con que cinismo se presenta en los mítines a contar mentiras, al que quiera oírlas, con completa tranquilidad, como si no fuera  con él nada de lo que esta sucediendo en el país. Es más, ahora alardea de saber como arreglar tan magno desaguisado.

Yo no salgo de mi asombro. ¿Cómo es posible que un individuo que  ha basado toda su carrera política en la manipulación, la mentira y el desprecio a la inteligencia de los ciudadanos? ¿Un sujeto que, en el gobierno último socialista de Felipe González era el portavoz de un grupo de asesinos como los GAL? ¿Un ser, que hace cuatro días estaba negando en el parlamento, ante todos los padres de la patria, las conversaciones que mantenía con la banda terrorista  ETA, y unos días después resulta implicado en el Caso Faisán, mintiendo y traicionando a toda la nación? Tenga la poca vergüenza de presentarse a  la presidencia del gobierno de una nación que no hace un mes estaba destruyendo.

Si estos argumentos se los cuentas a algún socialista convencido, la respuesta, sin dudarlo será: “Todos los políticos son iguales”.

No todos los políticos son iguales, aunque si hay unos más iguales que otros. Estos son los representantes socialistas. Ahora, y para remate de la credibilidad de la izquierda, surge desde las alcantarillas putrefactas de la política José Blanco, Pepiño, para los amigos del PSOE gallego. Un personaje patético con estudios limitados y una cultura precaria que ha pasado de llevar el café a los compañeros de partido en Lugo, hasta vicepresidente del gobierno Zapatero. Sin que medie algún estudio o trabajo conocido. Pues ahora, este azote de Tirios y Troyanos, este lenguaraz individuo que se ha pasado toda la legislatura insultando, difamando y fabulando contra los miembros del partido de la oposición, ha caído en su propia red y ha sido cazado infraganti en una gasolinera de su tierra, haciendo, presuntos, negocietes con un empresario corrupto quien, al parecer de forma altruista,  le donó cuatrocientos mil euros. Esto, si se demuestra, es la gota que colma el vaso de la corrupción socialista.

¿Que credibilidad pueden ofrecer estos personajes a la política española?

El PSOE tendría que estar pensando en un cambio rotundo buscando caras nuevas, personas jóvenes y dinámicas con nuevas inquietudes y diferentes formas de ver y hacer política que hagan olvidar los gobiernos socialistas que hemos sufrido, será la única forma de recuperar la credibilidad perdida. En caso contrario, puede suceder que el partido socialista sea la oposición durante muchos años.
No deben echar la culpa a nadie, se lo han ganado a pulso.   

sábado, 1 de octubre de 2011

GOTAS DE TINTA

Rubalcaba ahora promete subir las pensiones. Como primero las bajo, si ahora las sube se quedarán igual. ¡Que cara Rubalcaba!

El PSOE vuelve a las andadas y lanza un video de campaña electoral similar al de los doberman. Ahora “manos tijera”. Si le escuchan detenidamente verán que todo lo malo que le achacan al PP, es lo que han estado haciendo ellos durante todo este mandato.
Habrase visto semejante desfachatez.

Bildu y Aralar, dicen ir juntos a las elecciones. PSOE y PNV quedarán fuera de las instituciones vascas. ¿Qué recadito le mandamos ahora al tribunal constitucional?
Listos.
Quiero que miren atentamente esta fotografía. ¿Saben quienes son?...
Exactamente son ellos: Felipe Gonzáles, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Luis Rodríguez Zapatero. El primero, presunto señor X, que dejó a España con encefalograma plano. El segundo, el intrigante portavoz de los GAL. Y el tercero, el presidente más inope de la historia democrática española. Bien, pues este trío de fracasados son los que ahora quieren arreglar el desaguisado en que se encuentra nuestro país, desastre que ellos mismos han provocado. ¡Y van dos veces!

Por lo demás todo sigue igual. Aquí estamos los cinco millones de desempleados esperando una oportunidad. ¿Ya sabe, señor Rajoy? Un curro para tener unas perrillas para ir tirando.