Tomas Gómez Franco (con perdón),
es uno de los exponentes más claros de esa especie de políticos “zombi” que
pululan por los cargos del PSOE sin darse cuenta que, políticamente, ya están
muertos. Su carrera política es un cúmulo de fracasos y despropósitos que
en cualquier país serio y democrático,
no en este de castañuela y olé, estaría desaparecido, incluso escondido por su
propio partido para evitar malos ejemplos a las nuevas generaciones.
Este personaje, con cara de
vendedor de biblias en el oeste americano, dirigió los designios del
Ayuntamiento de Parla de 1999
a 2008. Periodo suficiente para dejar las arcas publicas
en la más absoluta ruina. Tal fue el escandaloso paso de D. Tomas por la
alcaldía, que llegó a ser noticia en el Financial Time, como paradigma de la
ruina de las arcas públicas españolas.
Después de esta desastrosa
gestión, aireada internacionalmente, lo normal en una persona de principios y
un mínimo de vergüenza, sería la dimisión y el camino de su casa. D. Tomas no
lo interpretó así. Dejó Parla y en su coche oficial se dirigió al despacho de
secretario general del partido socialista de Madrid, en Callao. Puesto que
había obtenido en 2007.
Su despotismo y soberbia le
llevan en 2011 a
presentarse por Madrid con el aparatoso y ridículo nombre de “El Invictus”.
Había que verle en aquella cartelera semejante a las cinematográficas, vestido
de mamarracho. Una cosa así entre Espartaco y gladiador pero con cara de
intelectual bananero.
Con esa propaganda hollywoodiense
y la fama que le precedía, no solo se le quitaron los humos de invictus, sino
que cosechó el descalabro mayor sufrido por el PSOE en 20 años. Es decir, El
peor resultado electoral que un secretario general de una comunidad haya
sufrido en la historia.
Una vez demostrada su incapacidad
de gestión y viendo que no le vota ni la familia, lo normal es presentar su
dimisión irrevocable. Pero el señor Gómez aún no se ha enterado, ni tiene a
nadie que le ponga ante la realidad de sus fracasos. Incluso, se permite el
lujo de exigir primarias en Ferraz para cambiar la cúpula del socialismo
nacional.
Como dice Maru Menéndez,
secretaria de organización: Tomas Gómez, ya ha superado diferentes procesos de
elección y tiene la llave para “poder
lograr el cambio político”.
Si personas con esta capacidad de
destrucción son el relevo más inmediato
del socialismo patrio, aviados vamos. Además Maru, la llave de este manta,
seguro que es falsa.