Ya hace 40 años que murió
Franco y aun para algunos está más presente que nunca. Los hay que quieren
cambiar la historia buscando muertos y resucitando viejas heridas, no saben sobrevivir
a la modernidad y se aferran a tiempos
pasados para hacerlo. Defienden posturas políticas ya trasnochadas y de
demostrada ineficacia, miseria y muerte a lo largo de los tiempos. Todavía podemos
ver puños en alto y banderas tricolores
anticonstitucionales en las asambleas como las del PSOE o podemos el nuevo representante
de la extrema izquierda antes personalizada en el partido comunista ya fagocitado
por estos nuevos populistas.
Malos tiempos para los socialdemócratas
que ahora encabeza un rencoroso fanático y extemporáneo mamarracho, un ególatra
de libro con ideas de hace tiempo y una educación política ya prehistórica que
sin remedio llevará a su partido a la exclusión
democrática, porque una cosa es engañar a la incauta e ignorante militancia y
otra muy diferente estafar al resto de
votantes simpatizantes del PSOE. Por eso
esta bien que la prensa se haga eco de los 40 años de democracia que se disfruta en España y
olviden estos últimos jóvenes románticos que ni
conocieron a Franco ni su régimen, los cantos de sirena y brindis al sol de los
estafadores izquierdistas. Si queremos seguir haciendo patria busquemos nuevas
alternativas y olvidemos los extremismos embaucadores que llevaron a la
humanidad a la muerte y desesperación. Si
buscan cambio a poder ser que sea a mejor, pero con formulas nuevas no con las
miserias del pasado.