El Congreso tratará de
despenalizar las injurias al rey y los ultrajes a España, algo insólito en
cualquier nación que se precie. Es de
idiotas despenalizar el indulto y la provocación con fines destructivos por
parte de una minoría de descastados que
quieren por todos los medios desprestigiar a España y destruirla en toda regla,
es darle una pistola al asesino que viene a matarte, es poner en boca de raperos
mamarrachos y golpistas depravados el cuento de la libertad de expresión, el insulto e improperio constante. Cada vez
que se insulte o menosprecie al rey o a España
tendremos que presentar querella criminal contra esta gentuza con pocas probabilidades de
ganarla. Por de pronto ya tenemos una sentencia como ejemplo de libertad de
expresión; Una jueza catalana, Maria del Prado Escoda Merino, ha sentenciado
que llamar “hijo puta” al magistrado
Llanera: “no es grave ni injurioso”, esperemos que si alguien se lo llama a
ella otro colega diga lo mismo al respecto. O sea, que yo, es un ejemplo, aplicando mí libertad de expresión,
llamo hijo de puta a Puigdemont o a Quin Torra, ¿me pueden hacer algo? Pero si
se lo llamo al rey, no pasa nada. Esto lo ha pensado alguien normal o es una
tontería más de este absurdo y traidor gobierno títere de los etarras y
separatistas y desaliñados de podemos, que dan lo que sea por convertir España
en la cloaca de Europa.
Pero quien es el caradura
que se atreve a proponer tal perversión y quienes los sinvergüenzas que lo
apoyan. Solamente aceptando esta propuesta se ve que España está tomada por la
peor escoria que, sin que nadie lo remedie, está dejando un país enfermo que puede acabar en algún
conflicto no deseado.
Mal vamos si este petulante
y egoísta sigue dirigiendo los destinos
del país.
Este gobierno no es serio
para figurar de socio en ningún europeo que nos van a tomar “el pito del
sereno”. Una democracia madura ya no puede estar en manos de matones cobardes e
insolidarios mangantes que están destrozando todo lo conseguido hasta la fecha y
en lo que ellos no participaron.