Quien se aburra en España no
tiene sentido del humor. Siempre se dijo que España era diferente y a fe mía
que lo es, surrealista y pasota como
ningún país de nuestro entorno. A las memeces, e ideas peregrinas de ZP con su visión particular de lo que es
una democracia ahora nos enteramos que Pablo Iglesias sin que nadie cuente con
el para nada, porque no es quien para
hacerlo, se va a la cárcel a
negociar los presupuestos del Estado con los golpistas que quieren deshacer
España y tratan de venderlo como una gran oportunidad parar arreglar el
“problema catalán”. ¿Pero que pensaran en Europa nuestros aliados? Que los
golpistas tienen razón y el Estado Español es un represor y fascista como nos
consideran los independentista Flamencos. En un país demócrata que se precie,
al crecidito coleta se le llama al orden advirtiéndole de su falta de lealtad,
cortándole las alas de propaganda con su postureo sedicioso e ilegal.
¿Pero que presidente tenemos
para que se deje usurpar sus cometidos presidenciales y se quede tan pichi como
si nada hubiera pasado? Mientras los palmeros del irresponsable bello Pedro
aplauden con las orejas las zanganadas de estos analfabetos mangantes, sin que
nadie ponga cordura a estas ocurrencias, que empiezan a crear tendencia en la sociedad
distorsionada en que estas caladuras empiezan a verse normales. Los iluminados
siempre han llevado los países en los que han mandado a la ruina, últimamente
Venezuela. Aquí ahora tenemos en negociaciones muy serias al representante
calcado de ese desgraciado país. Los millones de exiliados nos lo dicen, hagamos
caso no caigamos en la trampa. Unos titiriteros como el bello Pedro, que lo
único en lo que está es en la exhumación del dictador, pues no hay más ideas ni
cabeza para más y sus compañeros golpistas y terroristas. Pra acabar con ellos ¿Quien le pondrá
el cascabel al gato? ¿Cómo en el siglo XXI todavía estemos dilucidando lo que
pasó en el 36? ¿Qué otro país España, puede ser más surrealista que este que mantiene a cuerpo de rey a toda la banda de marginados que quieren deshacerlo? Pero para eso hay que perder el miedo y poner,
democráticamente, a todos ellos en su sitio, a historia
siempre se repite, si se le aprieta el cinturón, como dios manda, a los
sediciosos, estos vuelven a salir por pies como pasó en tiempos del asesino Companys
en cuanto escuchó el primer cañonazo. Quin Torra es calcado. Igual de fascista
e igual de cobarde, y el ventajista e hipócrita Puigdemont se olvida al otro
día de Cataluña. matones cobardes que son incapaces de representarse a ellos
mismos.
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