Los independentistas
catalanes han convertido una manifestación de paz, solidaridad con las victimas
del terrorismo islámico en una exaltación secesionista contra España, de
banderas, pancartas y agravios al rey y
a España a los que llegaron a acusar de asesinos. Estos son los miserables que
abrazan y homenajean al asesino Otegi y han llenado de musulmanes y miembros
terroristas su territorio patrio, lo prefieren antes que españoles, a tanto llega su odio a todo lo
hispano. Hasta un tal Montilla, miembro de esa amalgama de fulanos
impresentables que forman el govern, se ha echado a la calle con una pancarta
en la que llama asesinos al gobierno de España sin que haya consecuencia alguna
para este energúmeno nazi. Todas estas provocaciones y graves insultos contra la nación española se están
produciendo por la pasividad del gobierno de Rajoy que ya empieza a ser
peligrosa. Estas bravatas no son nuevas, pues ya han quemado fotografías del
Rey, constituciones y banderas españolas mientras la dejadez y laxitud del
gobierno miraba para otro lado, a esto es lo que llama Pablo Iglesias libertad
de expresión, la gente no fanatizada lo llamamos guerra secesionista pura y
dura. Aplican las leyes que la legítima constitución nos asiste. Señor Rajoy,
ya se ha pasado la línea roja, está en juego la unidad de España, la suerte
está echada para Cataluña, lo demuestra
todos los actos terroristas que usted quiere obviar. Ya no hay que
esperar a que se presente el ilegal referéndum, hay que actuar con legalidad
pero con contundencia ya. No más tomaduras de pelo.
Se ha visto claramente que a
estos inconsecuentes las victimas les interesan poco, solo su enfermiza
sociedad está pensando en la independencia ilegal y sectaria.