sábado, 25 de diciembre de 2010

Curiosidades culinarias

La Torrija

Es un alimento de origen humilde que llena pronto el estomago y alivia el hambre, evitando la necesidad de comer más, por ello era utilizada en las comidas de Cuaresma, fechas en las que estaban prohibidos los platos con carne.
La torrija o torreja, que de las dos formas se puede llamar, ya es conocida en le siglo XV, y la veremos citada por el poeta, músico y actor teatral prerenacentista  Juan del Encina, cuando en una de sus glosas dice: “Miel y muchos huevos para hacer torrejas”.  Que al parecer se empleaban en la recuperación de las parturientas.
Las primeras recetas de este popular alimento, podemos encontrarlas en  1607 en el libro de cocina del cocinero del Colegio Mayor  de Oviedo en Salamanca, Domingo Hernández de Maceras, al que tituló: “El arte de cocinar”. En el esta reflejada  la cocina española de los siglos XVI y XVII. Y en el libro del escritor y cocinero de Felipe II  Francisco Martínez Montíño, titulado: “Arte de cocina, pastelería, vizcochería y conservería”, editado en Madrid en 1611.
A principios del siglo XX, .a torrija llegó a ser muy habitual en  las tabernas de Madrid, donde las servían con un baso de vino, que los castizos llamaban chato.
En España tiene muchas variantes. Se hacen con pan duro o con pan preparado al efecto por cualquier panadería. Se empapan en leche o en licor o en miel caliente. Según la costumbre de las diferentes regiones españolas, se suele acompañar con canela y clavo, ralladura de limón o de naranja o con canela y azúcar en polvo. Se rebozan con huevo batido y se fríen en una buena cantidad de aceite de oliva.
En la actualidad se hace una torrija vegetariana, donde se sustituye la leche de vaca, por jugo de soja y los huevos por harina de garbanzos, soja u otras leguminosas.
En Francia se preparan con similares características. “pain perdu” (pan perdido o duro), si bien no se frían en aceite, sino que se tuestan a la plancha. En los países de lengua inglesa se cuecen, En nuestra vecina Portugal, se hacen prácticamente igual que en España. En Colombia, Chile y Ecuador, las llaman “Tostadas francesas”. En la frontera del norte de México, se denominan, “Pan francés”. Y en Argentina y Uruguay, se preparan en forma de bollo.
Feliz Navidad y a disfrutar con este tradicional dulce.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Tertulia Sago. Veinte años de existencia

El 9 de Diciembre de 2010, se inauguro en la sede de la “Tertulia Sago”, bajo el titulo de “Amistades”, la tradicional exposición de Navidad con la obra pictórica y escultórica, de los miembros de la misma. Este hecho contó con la presencia de la Alcaldesa de la ciudad la Excelentísima Sra. Doña Blanca Rosa Gómez Morante a quien acompaña,  como podemos contemplar en la fotografía, Ildefonso Calderón, Mª Luisa Peón, José Mª  Saiz Martínez, y la pintora Lucia Mata. Además de todos los demás artistas que componen esta asociación cultural.
Con esta exposición se cierra el año artístico de los tertulianos, y al término de la misma comenzara el nuevo año. Un año más.
Hasta aquí llegaría la noticia si no fuera porque, en este año de 2010, cumple la “Tertulia Sago”, veinte años de actividades continuadas, todo un triunfo en estos tiempos en que todo se cierra y nada prevalece, en plena actividad, como lo está haciendo esta modélica asociación, presidida,  con gran empeño y entusiasmo, por el Señor  Don José Mª Saiz Martínez, quien, en Febrero cumplirá cinco años al frente de la misma. Siendo antecesor D. Balbino Pascual, otro nombre a tener en cuenta en la historia de la pintura de Torrelavega y de Cantabria.
Como bien dice, otro de los destacados miembros de la tertulia D. José Manuel Gutiérrez Bravo: “A partir de los veinte, es uno mismo quien empieza a incidir en la vida de los demás”. Y creemos que así va a ser, si continuamos el camino recto y cabal que han dejado marcado nuestros antecesores. 

 También fue entregada a los asistentes la revista anual que la tertulia edita desde hace tres años. En ella se dan a conocer los tertulianos y la evolución que experimentan sus obras en el trascurso del año. Aparte, han colaborado, Delia de los Ángeles Laguillo, presidenta de la Sociedad Cántabra de Escritores. Gema G. Blanco, escritora. Helena Martínez Fernández, escritora, José Ramón Saiz Fernández, doctor en periodismo, José Manuel Gutiérrez Bravo, doctor en historia. Y Mª del Carmen Hernández Campo, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Torrelavega









En la siguiente fotografía a la izquierda podemos ver a varios de los asistentes. En la primera y de Izquierda a derecha el pintor Victoriano C. Daguerre, la escritora y presidenta de la Asociación de Escritores de Cantabria Delia de los ángeles Laguillo y el pintor José Luis P. Sainz. Tras ellos dos de las pinturas de este ultimo.
      
                                                                                                                                                                            
En la siguiente y siempre de izquierda a derecha, la escritora Gema Blanco, el pintor Pedro M. Cabo, El pintor y presidente de la Tertulia Sago, José Mª Saiz Martínez, a continuación el pintor P.Sainz, la pintora y poeta Marisa Caballero, la pintora Micaela Rodríguez, tras ella el pintor G. Daguerre, delante la pintora campurriana Lucía Mata y a su lado otro de los asistentes al evento.
En la otra foto aparecen la pintora y poeta Marisa Caballero junto al pintor P. Sainz. 
        En las siguientes. Los pintores P. Sainz y G. Daguerre, flanqueando a la  escritora Helena Martínez Fernández, quien sacara su nuevo libro próximamente y del que nos haremos eco en las páginas de este blog. Y los pintores P. Sainz y Julián A. Quintana.
                                                                                                         



                                                                                                                                                                          

sábado, 4 de diciembre de 2010

Son los judíos los dueños legítimos de los territorios que forman el Estado de Israel. O pertenecen a Palestina. Segunda parte

El  territorio colonizado por Israel.  
Para hacernos una idea de como era el territorio ocupado por Israel, entendiendo por Israel toda la tierra entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, más la región del Golán, recurriremos a algunos de los testigos oculares que conocieron aquellos paisages antes de la inmigración judía.
Comencemos con la descripción que nos hace el escritor, periodista y aventurero americano, allá por 1.867, Mark Twain.
 No hay una sola aldea en toda la extensión. (Valle de Jezreel, Galilea) No hay vida en treinta millas a la redonda. Se puede recorre diez millas sin ver una  sola alma. Para experimentar el tipo de soledad que causa tristeza, solo tienes que venir a Galilea. Nazaret  está abandonado. Jericó es una ciudad desolada, en ruinas. Belem y Betania, en su pobreza y humillación están abandonadas sin una sola persona o ser vivo que la habiten.
Es una región desolada cuyo suelo es rico, pero completamente despojado de todo, una extensión silenciosa, lúgubre, una gran desolación. En todo el recorrido no vimos un solo ser vivo. Difícilmente se ve un árbol o un arbusto en alguna parte. Ni olivos, ni cactus. Nada. Palestina yace en silicio y cenizas. Desolada, abandonada y desértica.
¿Donde estaban los habitantes de estos pueblos a los que, según denuncian los árabes, los judíos robaron sus tierras y mataron a sus habitantes?
En 1.590 un simple visitante ingles en Jerusalén escribió: “Nada allí es interesante excepto un poco de las antiguas murallas que aún permanecen en pié. El resto solo son matas, espinos y cardos”. “La tierra de Palestina carece de gente que pueda cultivar su suelo. Palestina es una tierra arruinada y desolada”.
 “Los árabes no pueden ser considerados en Palestina más que como residentes temporales. Plantaban sus tiendas en los campos o construían los refugios entre las ruinas de las ciudades. No han creado nada allí. Nunca fueron propietarios de nada en estas tierras. El viento del desierto que los llevó allí, los llevará a otros lugares sin que dejen ninguna señal de su transito por estos lugares.
 “Entramos en el distrito montañoso. Nuestros pasos se sentían sobre el lecho seco de un antiguo torrente, cuyas aguas fueron, sin duda, abundantes en otro tiempo, así como la fuerte y tenaz raza que alguna vez habito estos montes agrestes y salvajes. Debe de haber existido algún cultivo dos mil años atrás. Las montañas o grandes montes rocosos que circundan este paisaje rustico, tiene una especie de terrazas en sus laderas, que llegan hasta la cima, y en ellas aún se puede ver algo de suelo verde, cuando el agua fluía por ellas y este país era habitado por esa extraordinaria gente que, según la Historia Sagrada, era numerosa en la región. Estas terrazas deben haber sido jardines y viñedos, como los que vemos hoy a lo largo de la costa del Rin. Ahora el distrito está completamente desierto y lo que parece fueron, en otro tiempo, caudalosas  cascadas, ahora solo hay pedregales. No vimos animales en aquel paisaje rocoso, únicamente una docena de pequeñas aves nos acompañaron  durante todo el recorrido”.
 “El país está considerablemente despoblado, por tanto su mayor necesidad es de presencia humana”  
“Hay muchas pruebas que muestran que este país no ha estado siempre así de desolado, como antiguas ruinas, acueductos rotos o restos de viejas rutas. En la porción de llanura entre Monte Carmel y Jaffa difícilmente se haya alguna aldea u otras señales de vida humana. Hay algunos viejos molinos que han sido arrastrados por la corriente de algunos torrentes existentes en otros tiempos. Un viaje de una hora más, nos levó hasta la antigua Cesárea, que en su época fue una ciudad que llegó a tener doscientos mil habitantes, fue la capital romana de Palestina, Ahora está completamente desierta.
 A la puesta de sol pudimos ver el puerto. Antaño lleno de naves y hoy en día vacío. Miramos al mar queriendo ver algún barco. Pero todo fue en vano. En este lugar donde en otro tiempo se celebraban los mercados más populosos, lleno del bullicioso ruido de las gentes y mercaderes y del rumor inconfundible del tráfico, hoy solo reinaba el silencio del desierto. Después de la cena nos reunimos en nuestra tienda, como siempre hacíamos, para hablar de los sucesos del día o recordar la historia de la ciudad. Allí recostado en el silencio de la noche, escuchaba el rumor de las olas, pensaba en la desolación del lugar y me embargaba la tristeza”. 
 “El área estaba despoblada y permanecía económicamente muerta hasta la llegada de los primeros colonos Sionistas en 1.880 que venían a repoblar y reconstruir la tierra judía. Estos lugares habían seguido siendo la Tierra Santa en la conciencia religiosa e histórica de aquellas gentes que la relacionan con la Biblia de sus antepasados, judíos como ellos. El desarrollo que se esta produciendo en el lugar ha atraído a otros emigrantes judíos y árabes. La ruta que va de Gaza al norte era solo un camino usado en verano para camellos y carros. Las casas eran todas de barro, no se veían ventanas. Los arados que se utilizaban eran de madera. Las cosechas muy pobres. Las condiciones sanitarias en la aldea (Yabna) eran precarias. La tasa de mortalidad infantil era altísima. Las escuelas no existían. La parte occidental, hacia el mar, era prácticamente un desierto. Las aldeas en esta área eran pocas y escasamente pobladas. Otros poblados estaban abandonados y en ruinas, pues debido a la difusión de la malaria fueron dejados precipitadamente por sus habitantes”.
La lista de viajeros y peregrinos que visitaron aquellas tierras entre los siglos XVI al XIX  que coinciden en dar descripciones semejantes de la Tierra Santa es muy larga. Como un pequeño ejemplo mencionaremos  alguno de los principales como; Alphonse de Lamartine, Sir George Gawler, Sir George Adam Smith, Siebald Rieter, Michael Nuad, Martin Kabatnik, Arnold Van Harff, Johann Tucker, Félix Fabri, Edward Obinson y otros. Todos ellos hallaron el país  casi vacío, exceptuando las comunidades Judías. Incluso Napoleón Bonaparte viendo la necesidad de que la Tierra Santa fuera poblada, tuvo en mente programar un retorno masivo de judíos europeos para que se establecieran en el país que él reconocía de su propiedad. Evidentemente  el Emperador ni vio a ningún palestino que le reclamase derecho histórico alguno sobre aquellas desoladas tierras. Los pocos habitantes que encontró eran judíos.
Esto es lo que encontraron los primeros colonos judíos, ni más, ni menos, y a base de esfuerzo, constancia y grandes sacrificios, aquellas tierras deshabitadas y estériles, se convierten en huertos verdes y en grandes extensiones de regadíos donde los frutales crecen por doquier, se montan fabricas conserveras, que crean miles de puestos de trabajo, y se extraen fosfatos del desierto.
Después de lo expuesto, dejo a su criterio la legitimidad del Estado de Israel y a la ocupación de los territorios que abarca.