sábado, 19 de marzo de 2016

La pérdida de tiempo.

Albert Rivera, el impoluto político que da lecciones a todo el mundo y para él no tiene, ha dicho a Rajoy que “deje de robar el tiempo a los españoles”. Seamos ecuánimes y dejemos de medir con diferentes varas por mucho que lo diga el angelical Albert. Vera usted, si hace un recuento rápido de votos, aunque sólo sea para recordar, tendrá el disgusto de enterarse que las elecciones las ganó el PP y esto es totalmente objetivo, ahí están los números. Rajoy no se presentó a la investidura sabiendo que no tenía los votos suficientes para ser nombrado presidente. De esta forma no hizo perder el tiempo ni al Rey ni a España ni a los españoles. Aprovechando la cobertura, el bello Pedro se apresuró a presentar su candidatura y, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, comenzó a liar negociaciones y pactos que no servían de nada pues los números, mientras dos mas dos sean cuatro, no salían. ¿Quiénes hacen perder el tiempo a los españoles?
El bello Pedro, como por fin entendió que con el socio que se echó no llegaba a nada, intentó atraer al leninista Pablo que, como buen absolutista, quiere mandar los mejores ministerios bajo sus órdenes y darle a Sánchez la presidencia que tanto ansía y el ministerio de parques y jardines para que se entretenga mientras él va transformando España en una Venezuela europea, eso sí, sin ciudadanos que son un grupo de indocumentados nada progresistas.

Así anda el bello Pedro dando tumbos contando sus penas por Bélgica, de donde salió por pies sin ningún  progreso. Luego a Portugal para informarse de que manera habían hecho los pactos las izquierdas del país vecino. Es tan inconsciente e ignorante que todavía no sabe que el estado portugués no tiene similitud alguna con el estado español. Así que poco podía aprender. Y por fin se ha rebajado a ir a ver a Tsipras, sí ¡a Grecia! A pedirle que interfiera por él ante su amigo Pablo para que deje de insultarle y ningunearle y le ayude a llegar a presidente. Hace falta ser cutre y rastrero. ¡Cómo una persona con este talante tan miserable puede ser presidente de mi país! ¡Que vergüenza! Ahora dime, Albert, quién hace perder el tiempo a quien. Me parece que te has equivocado de caballo ganador y si sigues apoyando a semejante necio esférico mucho me temo que sin tardar te quedes colgado de la brocha y si esto sucede nadie creerá en ti y un político sin crédito es un político muerto.

martes, 8 de marzo de 2016

Pedro Sánchez ¡No por favor!

Ya resulta patético el discurso sectario del bello Pedro. No ceja en su intención de ser proclamado Presidente del gobierno a costa de lo que sea menester.
Vamos a ver  si de una vez despierta del sueño que se ha montado atrapado por  la ilusión, casi enfermiza, de querer ser algo para lo que no vale ni le quieren. La realidad dice que ha perdido las elecciones cosechando el peor resultado en la historia de la democracia española. De hecho es el cuarto en Madrid, vergonzoso para su partido. Es el artífice de la primera investidura fallida del estado español. Le insulta y ningunea con saña, su amado Pablo Iglesias, no sólo a usted, también a todo el PSOE sin que se revuelva a plantarle cara a semejante mamarracho. Demuestra de esta forma no tener valor  ni para ser representante de los vecinos de su escalera. Para ser presidente de España no vale sólo ser guapo, también hay que estar preparado y usted deja mucho que desear. Su locura ha llegado al extremo de querer cambiar la realidad hasta convertirla en un “cuenterete” patético. Ahora lanza la fantasía de que ya tiene más votos que el PP, usurpándole a C’s los suyos y contándolos como propios dejando a su socio en la cuneta, olvidado. Tanta es su prepotencia.
No sea fantasioso ni se engañe, a usted le han votado los que le han votado. Tiene los escaños que tiene y vale lo que vale. No se coloque medallas que no son suyas.
En fin, toda esta comedia acabará pasando y al final cada cual queda como lo que es. A usted de momento le falta mucho para llegar a ser estadista como lo fue D. Felipe González a pesar de la “cal viva”. Por cierto, acusación que no supo rebatirle al estalinista Iglesias con rotundidad y valentía. Le falta dignidad y valor para defender a sus camaradas lo que me hace pensar que es capaz de traicionar a quien fuese con tal de lograr sus propósitos.
Salga de su fantasía y  enfréntese con la realidad. Usted vale lo que vale, ni un escaño más y si alguien tiene que marcharse es usted, España no aguantaría  otro Zapatero.


martes, 1 de marzo de 2016

Pacto entre la ambigüedad y la desfachatez.

Ayer Albert Rivera de C´s ratificó el pacto con el PSOE y pidió a Rajoy que piense más en España. Poco después dice que se equivocó al decir que no apoyaría ni a Rajoy ni al bello Pedro. Para no hacerlo siempre ha aducido las corruptelas tanto del PP como del PSOE. Deduzco por los hechos actuales que la corrupción del PSOE es mejor que la del PP, y que el bello Pedro, al ser más guapo que Rajoy, ha seducido al  moralista de C´s.
Albert, el ambiguo, a partir de este momento ha dejado de serlo para convertirse en el valedor del bello Pedro. Y para que quede constancia de ello ratifica este pacto pidiéndole a Rajoy, “el corrupto malvado”,  que sea bueno y apoye al inestable socialista. 
La ingenuidad en política tarde o temprano se paga y Albert  Rivera ya ha empezado a hacerlo. No ha pasado ni un día de la manifestación y aparatosa puesta en escena de la componenda urdida a espaldas de Podemos y ya está el bello Pedro poniendo los cuernos con la jarcia “podemita”. Ahora resulta  que el bello embaucador socialista anda mandando proposiciones indecentes a toda la jauría de partidos, partidotes, grupos, grupitos  asamblearios, independentistas y demás enemigos de España dándoles coba y ofreciéndoles lo que quieren oír. Vamos, que te ha utilizado para sus propósitos que no son otros que ser presidente a costa de lo que sea, incluido tú o, lo que es peor, traicionando a España si hace falta
Querido Albert, siempre has sido un cobarde que pretendías flotar a consta de tu ambigüedad. Niegas ser de derechas pero tampoco quieres que te cataloguen de izquierdas, sobre todo de esta izquierda rancia, inmoral e ignorante. Eso de no posicionarte políticamente puede ayudarte a salir de algún que otro problemilla pero a la larga trae como consecuencia estar en el aire como las veletas y que, una vez sabida tu postura, nadie te crea, y si un político pierde la credibilidad está acabado.                             
A tu mentor, el bello Pedro, ya le ha pasado esto y lo ha ratificado con este último movimiento de traición a España y a sus votantes. Este ególatra  inconsciente cuya  soberbia le está llevando a la desintegración, nunca podrá ser presidente ni de la comunidad de vecinos porque es un tonto de magnitudes esféricas cuya ansia  por el poder puede llevarle a la locura.
Pongamos que gana la investidura y consigue ser Presidente, y después, ¿qué? Hay alguna propuesta inteligente dentro de su programa que se puede llevar a cabo, tiene gente lo suficientemente preparada para llevar las ideas, si las hay,  a buen término.
Tal vez por esto no se atreva Rajoy a dejar en manos de este individuo el gobierno de la Nación.

Aquí, en el norte, a personajes como este que no tienen palabra de honor y andan zascandileando en su propio beneficio les llamamos “cantamañanas”. Pues usted, señor Rivera, ha dado con uno. Si quiere continuar en política olvídese de semejante personaje, su partido ya lo ha hecho, es cosa de días que desaparezca del mapa político. Que no le arrastre.