sábado, 27 de noviembre de 2010

El analisis del mes

Son los judíos los dueños legítimos de los territorios que forman el Estado de Israel. O pertenecen a Palestina.  Primera parte.
El 14 de Mayo de 1948, miembros del Consejo del Pueblo, representantes de la comunidad judía de Palestina y del movimiento sionista, hicieron efectiva la resolución 181 de la ONU declarando el establecimiento del Estado de Israel.
Aún no habían pasado 24 horas de la proclamación del nuevo estado, cuando el 15 de Mayo de 1948 los ejércitos regulares de Egipto, Jordania, Siria, Libia, e Irak invadieron el territorio israelí obligando a Israel a defender su  soberanía. Era una clara violación de la resolución 181 de la ONU y de la legalidad internacional. Los países atacantes no negaban la  autoridad de la ONU para tomar la resolución, sino que con su acción armada, intentaba anular los  efectos legales de la citada resolución y sustituirlos por los efectos legales de hechos consumados. Si su agresión hubiera triunfado, en la actualidad no existiría el Estado de Israel, pues, a excepción de Checoslovaquia que accedió a venderles armas, los judíos se quedaron solos frente a los que buscaban su exterminio. Ni EEUU, ni ningún otro país occidental acudieron a la llamada desesperada de ayuda del pueblo hebreo.
A partir de entonces el odio a Israel y su desaparición como Estado e incluso como pueblo, se ha convertido, para  los árabes musulmanes palestinos, en el único motivo de su existencia. Arguyendo como pretexto, la idea del robo y expoliación de sus tierras por parte de los judíos, con la ayuda, en  principio, de los británicos y posteriormente con la aquiescencia de los Estado Unidos y los países de Occidente. 
Pero acudamos a la historia y analicemos, paso a paso, obviando los muchos mitos y medias verdades que se han ido fraguando a trabes del tiempo a la legalidad  y el derecho de los judíos a tener un estado donde desarrollar su cultura.
En 1.500 adC: Comienza la emigración de la tribu de Israel hacia Canaán, posiblemente desde el sur de la región caucásica. No existe documentación histórica verificada. Según el Antiguo Testamento es el periodo correspondiente a Abraham, Isaac, y Jacob, que abarcaría hasta 1.350 adC aproximadamente. Sin embargo, no hay documentación que avale históricamente la existencia de estos personajes. Debe tener en cuenta que el nombre Abraham significa “padre de los creyentes”, por tanto podría ser un personaje simbólico. De hecho, no es posible crear una cronología histórica hasta 1.020 adC.
Después de atravesar el desierto del Sinaí e instalarse en las tierras de Canaán comienza la historia milenaria del Reino de Israel.
Cuando los hebreos llegan a estas tierras, no se encuentran con ninguna  nación establecida como tal, sino con una serie de pueblos-estado que comercian y guerrean entre ellos, pero sin una identidad clara como nación. A través de los siglos fueron muchos los pueblos implicados en las diferentes disputas en cada momento. Cananeos. Filisteos. Samaritanos. Amorreos. Saduceos. Judíos. Sasánidas. Romanos. Persas. Luego vinieron los conflictos árabes: Omeyas. Abasidas. Mamelucos. Otomanos, etc. Pero nunca se oyó hablar de un pueblo o nación Palestina que haya participado alguna de las batallas o eventos de cualquier tipo, para la supervivencia o independencia de sus territorios, su país o estado hasta la llegada de los británicos en 1.919. Todo esto es debido a que en aquellos tiempos no existía Palestina. Nunca se han encontrado restos arqueológicos, ni monedas, ni vestigio de civilización alguna que se puede identificar con un pueblo llamado Palestina.
Los actuales “palestinos” son un pueblo árabe de cultura árabe, lengua árabe  e historia árabe. Ellos son los emigrantes de otros estados árabes que se instalaron, hace aproximadamente un siglo, en estas tierras para contrarrestar la inmigración judía. En realidad la gran mayoría eran jordanos (otro pueblo de reciente creación británica, pues nunca se conoció un pueblo llamado Jordania.)
Después de inventarse  Palestina como una nueva identidad geopolítica, para darle  mayor verosimilitud y consistencia a su nueva situación, era imprescindible un pasado histórico. Pero al no tenerlo no les quedó otro remedio que arrogarse uno. Entonces los líderes palestinos se apropiaron de dos linajes contradictorios de antiguos pueblos que habitaron en la tierra que ocupó el reino de Israel: Los Cananeos y los Filisteos. Los primeros asimilados por el reino de Israel, y los segundos, desaparecidos hace siglos.
En cuanto a las tierras que, supuestamente, fueron robados a los palestinos, solo unos datos.
1º- Cuando los árabes colonizan la Palestina romana, se encontraron con una población de fuerte identidad judía. Tanto en Jerusalén, como a lo largo de las dos márgenes del río Jordan. Por tanto, los palestinos que ocupaban aquellas tierras eran judíos. Ciudades que están en disputa hoy en día como, Ramala, Jericó o Gaza, eran judías en aquel entonces.
2º- Los primeros inmigrantes árabes eran en realidad judíos árabes, es decir, nabateos que habían adoptado el judaísmo.
3º- Antes de la llegada del Islam, ciudades prosperas como, Khybar y Yathrib, a las que los invasores islámicos rebautizaron con el nombre de Medina, eran envidiadas por sus huertos y árboles frutales, irrigados con abundante agua. Los dueños de aquel milagroso vergel eran judíos. Pero cuando las hordas islámicas conquistan la península arábiga, toda aquella riqueza es reducida a cenizas.
Para corroborar lo que digo me hago eco de algunas manifestaciones, no de judíos y sionistas, sino de árabes significativos dentro de su cultura.
Un escritor y periodista árabe, Joseph Fara, declaraba en su obra “Mitos del Medio Oriente”: “Jamás existió una tierra llamada Palestina y gobernada por palestinos. Los palestinos son árabes al igual que los jordanos (otro pueblo de reciente invención), sirios, iraquíes etc. Todos estos pueblos árabes controlan el 99,9% de las tierras del Oriente Medio, por lo que Israel representa el 1% de esta tierra. Pero aún así, para los árabes es demasiado, ellos aspiran a poseerlo todo y a exterminar  al pueblo judío,  siendo este el motivo de los conflictos con el Estado de Israel. No importa las concesiones de territorios que haga el Estado de Israel, para los árabes nunca serán suficientes.” Y añade: “En la guerra de los seis días, Israel capturo Judea, Samaría y el este de Jerusalén. Pero no le quitaron estos territorios a Yasser Arafat.  Se los capturaron al rey Hussein de Jordania. A partir de este momento, una vez perdida la guerra, es cuando los denominados palestinos, descubren de repente su identidad nacional.”
 Philip Hitti, profesor e Historiados árabe en la universidad de Pricenton declaraba en 1946: “No existe ningún país que se llame Palestina en la historia, absolutamente no”.
Declaraciones de hechas en 1937 por Auni Bey Abdul-Hadi, líder árabe sirio en la British Peel Comisión:      “Palestina es un término inventado por los Sionista. Nuestro país ha sido por siglos parte de Siria. Palestina es ajena a nosotros. Son los sionistas quienes han introducido este nombre.”  
Zuhair Muhsin, comandante militar de la OLP y miembro del consejo de la OLP, va más allá con estas declaraciones: “No hay diferencia entre los jordanos, palestinos y libaneses. Somos todos miembros de la misma nación. Es solo por razones políticas que subrayamos con énfasis nuestra identidad Palestina. La existencia de una identidad palestina  separada, sirve solo a un propósito táctico, que no es otro que continuar la batalla contra Israel”.
Como remate tenemos las palabras que el dictador sirio Hafez Assad dedicó al líder de la OLP Yasser Arafat: “Ustedes no representan a Palestina tanto como nosotros. Nunca olviden éste punto: no existe tal cosa como un pueblo palestino, no existe ninguna entidad Palestina, existe solo Siria. Ustedes son parte integrante del pueblo sirio, Palestina es parte de Siria, los verdaderos representantes del pueblo palestino”.
Las anteriores declaraciones, hechas por políticos e intelectuales árabes, aseveran rotundamente que Palestina nunca existió como pueblo. ¿Cómo y cuando cambiaron de idea? Cuando el Estado de Israel renace como tal en 1.948. En diecinueve años de ocupación árabe de los territorios de Jerusalén, Judea, Samaría y la franja de Gaza, ni Jordania ni Egipto, sugirieron la idea de crear un estado palestino, entre otras cosas, porque los habitantes de aquellas zonas jamás habían reclamado el derecho a poseer su propio estado. Paradójicamente, durante el mandato británico, ningún grupo árabe se autodenominaba palestino, Eran precisamente los judíos quienes lo hacían.     

domingo, 21 de noviembre de 2010

Un escultor de mi tierra

José Antonio Rodríguez Mellado, es un escultor vocacional. Todo su tiempo está ocupado por la escultura.
Para plasmar sus inquietudes artísticas ha escogido la madera. Un material noble que se deja moldear siempre que sea tratado con amor y, José Antonio, lo hace desde la pasión del creador inquieto, siempre entusiasta y ensimismado en su trabajo, en el que cada día descubre algo nuevo.
Es feliz cuando se pone delante de un tronco de madera y comienza a desgruesarlo con los golpes magistrales de su gubia, cómplice necesario para  desvelar el enigma que  habita en su interior, y lucha por salir a la luz, por hacerse tangible, plasmándose en la materia para que todos la podamos admirar y disfrutar.
Como buen artista es exigente, y esa rigurosidad le lleva al inconformismo sustancial con su obra, posicionamiento que  le lleva a sorprendernos en cada una de sus esculturas.
Pero lo más llamativo de sus obras es el trabajo, ímprobo y minucioso, que dedica a cada una de ellas, sin escatimar tiempo y esfuerzo, para conseguir un acabado de gran carácter, cualidad que solo puede lograr desde la honestidad  de un autentico artista.
Concluiré esta breve semblanza, felicitándole por su obra, y animándole para que continúe por el mismo camino, creando belleza, hasta que  considere logrado ese punto mágico con el que sueña todo artista.
En la fotografía podemos ver a José Antonio  rematando una de sus obras.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Curiosidades culinarias: La Mostaza.

Se cree que fueron los romanos quienes desarrollaron el preparado de la salsa de mostaza tal como hoy la conocemos. Para hacerlo, mezclaban el zumo de las uvas sin fermentar (mosto) con los granos de mostaza, llamadas sinapis para formar el “mustum ardens” o “mosto ardiente
Plínio la menciona como un aditamento en los vinos especiados, y como también confitaban en vinagre sus hojas, además de ser empleado en la fabricación del moretum.
Médicamente la utilizaban contra los dolores de cabeza o como digestivo.
Los griegos la usaban como condimento y Pitágoras la recomendaba fervientemente, pues tenía la convicción, “que aumentaba la memoria y le daba alegría al ánimo.”
Se sabe también, que el botánico, sustituto de Aristóteles en la escuela peripatética, Teofrasto, la cultivaba en sus jardines.

La planta de la mostaza procede de la familia de las crucíferas, que son: La sinapis Alaba. Brassica Nigra. Y Brassica Juncea.

Hay muchas clases de mostazas, aunque todas proceden,  esencialmente, de tres especies de plantas de la mostaza que, por las características de cada una de ellas, se utilizan para condimentar distintos platos.
La mostaza negra. (Brassica Nigra).

La mostaza parda. (Brassica  Juncea). A su vez se divide en dos subtipos: La oriental, llamada también amarillo. Muy utilizada en la cocina japonesa. Y el pardo; también llamada Indio, básicamente usada en la cocina india.

La mostaza blanca. (Brassica Alba o Sinapis Alaba). Se utiliza para elaborar americanas e inglesas. Nunca la de Dijon.
En el siglo XVIII el polvo de mostaza se obtenía de la molienda de las semillas de las mostazas blanca y negra, tamizándolas después. En la actualidad se sigue el mismo procedimiento, aunque se le puede añadir harina de trigo, especias, así como cúrcuma para intensificar su color amarillo.

La flor y las semillas pulverizadas son lo que llamamos mostaza, que tanto se emplea en los diferentes condimentos.
De la sinapis Alba, se obtiene la mostaza blanca que es floja y de consistencia suave. De la Brassica Nigra, se obtiene la mostaza negra que es más picante, y de la Brassica Juncea, se obtiene una mostaza muy fuerte y oleaginosa que se consume especialmente en Rusia.
Quizá la más sabrosa, o al menos la más popular sea la de Dijon.

Dijon es una ciudad de la bretaña francesa a orillas del río Ouche y no lejana del nacimiento del Sena, cuya mostaza es de renombre internacional, quizás la mejor mostaza del mundo.
Su mostaza comenzó a hacerse famosa a partir del siglo XIII, siendo en el siglo siguiente cunado ya se la considera como el producto típico de la región, haciendo una mostaza característica, liquida y seca.
En el siglo XVII un tal Savelette, fabricó la primera mostaza fina, más adelante un tal Maille, consiguió hacer nada menos que veinticuatro tipos de mostaza diferentes: al ajo, a las frutas, al estragón, a la menta, a las anchoas así hasta veinticuatro. Pero no queda aquí la cosa, pues su competidor, Bardin, inventó otras cuarenta clases diferentes, la mayoría de ellas imposibles de reproducir hoy en día, como por ejemplo, las anchoas a las mil flores, a la rosa, a la naranja o a la vainilla. Como podemos ver todo un mundo de sabores rodea el mundo de la mostaza.
Por esta misma época el cocinero del rey Carlos IV de Francia, publica su libro de recetas  denominado “Le Viander”, en el que por primera vez aparecen recetas en las que se utiliza la mostaza de igual manera que hacemos hoy

sábado, 13 de noviembre de 2010

una poetisa en mi ciudad

Marisa Caballero, es la representación de la inquietud artística. Para ella cada día es un espacio temporal en el que puede descubrir algo nuevo. Lleva el arte corriendo por sus venas y la poesía en el corazón.
Hoy viene aquí, no como pintora o escultora, que también podía ser, sino como poeta, facultad que ha ido desarrollando desde su infancia, allá en el colegio Nuestra Señora de la Compasión por tierras de Aguilar de Campóo, hasta nuestros días.
Su poesía es clara, simple, directa, carente de toda retórica repelente o empalagosa.  En ella se refleja sin ningún artificio, como en un límpido espejo, poniendo en conocimiento del lector sus temores, fobias, la impotencia para superar las crueles pruebas con las que se encara la vida, “y caes y caes”, o los estados de ánimo diestramente confesados en su poema “Los colores de la vida”. Animo expuesto con honestidad sin recovecos que pueda llevar al lector a un laberinto donde perderse o tratar de disimular la realidad. 
La poesía de Marisa es ella misma, tal cual. Y en  ella se reinventa en cada nuevo poema.

                                  La Caída.  (Noviembre de 1999)

Tu reflexión es gris,
no alcanzas a ver la luz,
te encierras en ti.
Y caes y caes.

Te sientes indefensa
no encuentras salida,
no lo puedes evitar.
Y caes y caes.

Solo ves la bruma
que te envuelve,
te sientes impotente.
Y caes y caes.

Tu entorno te confunde,
estás callada, casi muda,
no hay salida.
Y caes y caes.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Curiosidades gastronómica: El foie-gras.

Cuentan los estudiosos que fueron los egipcios quienes inventaron el foie-gras. Baste ver las pinturas de la mastaba de Ti al norte de Sakkara en Manfis donde podemos ver como un grupo de  esclavos  se dedican a cebar unas ocas con higos del lugar. Pero la introducción de este manjar en la cocina occidental se la debemos a los romanos que, ya en el siglo I a de C. cebaban las ocas con higos al igual que los egipcios. Según Horacio, el primer plato de foie-gras se sirvió en un banquete en Roma en el siglo I a de C. También nos deja noticia de la gran aceptación que tuvo este alimento  Ateneo de Naucratis, quien lo cita en su libro “La cena de los sofistas”, que si bien no estaba preparado como lo comemos ahora, no dejaba de ser un deleite en las mesas de la antigüedad.
Durante un  tiempo fue poco frecuente encontrarlo, llegando incluso a desaparecer. Para reaparecer con fuerza en el siglo X, siendo los judíos de centro de Europa quienes durante años guardaron el secreto de su elaboración.
Su etimología proviene del latín “Ficatum”, que podemos traducir por hígado graso o deformado. De ahí el nombre de figado en castellano antiguo, foie en francés o fejato en italiano.
Pero el honor de su descubrimiento para las cocinas actuales lo tiene el cocinero francés  Jean Pierre Clause, chef del Mariscal Contades allá por el año 1762, quien se lo presentó al rey de Francia Luís XV que le puso el nombre de "paté a la Contades". A la muerte del mariscal el bueno de Jean Pierre Clause se quedo sin trabajo, y poco después, se casó con la viuda de un  pastelero abriendo una tienda para explotar su invento allá por 1788 y a partir de entonces pasa el paté de los salones al pueblo llano haciéndose muy popular.
Pero a este foie-gras aún le faltaba el toque definitivo, la chispa creativa de los buenos chef y este punto fetén se le dio Doyen, cocinero del primer presidente del parlamento de Burdeos, quien por razones políticas tiene que huir a Estrasburgo. Este toque maestro consistió en añadir al hígado un chispazo de trufa, por otra parte elemento primordial en la cocina del suroeste francés.
Doyen, al igual que Jean Pierre, abrió tienda en 1792 obteniendo un gran éxito, tanto que hoy en día todavía existe la marca Doyen, siendo de las primeras en Estrasburgo y uno de los foie más apreciados en Europa.
Y ya en 1803 es cuando se inicia la verdadera comercialización  de la mano de Eduard Artznet. Siendo esta marca desde entonces de las mejores del mundo.