Es patético ver a Artur Mas
bajándose los pantalones y poner el culo ante los mamarrachos de los de la CUP con tal de mantenerse en el
poder. Con estas indignas actuaciones sólo ha conseguido que los catalanes de
bien que le apoyaban con sus votos hayan decidido no hacerlo, convirtiéndose en
un bulto sospechoso.
Ahora tenemos en España otro ejemplo
de despreciable bellaquería política en Pedro Sánchez, un menesteroso
incapaz y ruin. Hace falta ser muy cínico,
sabiendo que ha perdido las elecciones en lo que ha sido una de las mayores
catástrofes electorales del PSOE, ir a arrastrarse como un gusano ante los que
representan a ETA, independentistas y antisistema marxista leninistas que
forman ese totum revolutum que
engendra Podemos, justificando esta indigna acción al argumentar que es el
pueblo el que lo pide. ¿A quién lo pide? A ti, viendo tu potencial de votos,
no.
Afortunadamente todavía hay en el
PSOE gentes sensatas que le han parado los pies.
¿Cómo va a permitir un partido
que es la segunda fuerza nacional una indignidad de este tamaño? A usted, don
Pedro, hay que echarle del partido que mi abuelo, mi padre y mis tíos
mantuvieron vivo hasta nuestros días y que ahora está en horas bajas por culpa
de gentuza como usted que piensa que todo vale con tal de ostentar, con malas
maneras, el poder por el poder. Si no le ponen de patitas en la calle por su
ruin y vil actuación moral terminará con la fe que muchas gentes aún tienen en
los cien años de honradez.
Nunca me gustó usted porque nunca
me gustaron los caraduras que se aprovechan de unas siglas centenarias para
trepar a costa de los que en verdad aman la libertad y la democracia.
No mencione más la palabra democracia, en sus labios suena sucio y ruin. Asuma que España es más
importante que un mentecato como usted. ¡A la calle!
Por cierto, si se repiten las
elecciones en mi casa ha perdido cuatro votos.