miércoles, 23 de diciembre de 2020

Otra vez Zapatero.

 

Cuando ya pensábamos todos que tendríamos la suerte de perder de vista al presidente más tonto y mentiroso que ha tenido España desde Fernando VII, ¡zas! De  repente vuelve Zapatero con su discurso idiota y nos dice, tan tranquilo: A Otegi no hay que juzgarle por lo que hizo. Cuando él era presidente, apostó por la paz.

Otra vez sus declaraciones te dejan frío. Dice que lo que hizo, pues hay que olvidarlo, total solo era un miserable terrorista, un antiespañol que pertenecía a  ETA y que asesinaba a infelices por el mero hecho de ser guardia civil o no coincidir con sus ideas criminales. Que haya matado no es suficiente si con el se comportaba como un hombre de paz.

Pero vamos a ver baboso, ¿Cómo puede se un hombre de paz un criminal? Y ¿Cómo no hay nadie que te meta la lengua en donde te quepa y te desbarate esta idea que se trata de vender, por esta izquierda seudo demócrata, que trata de hacer creer a los inconsecuentes y mentecatos izquierdistas cargados de odio y mala uva, que los asesinos y miserables independentistas, son buenas personas porque ya no matan. Un asesino será asesino siempre, y si hubiera justicia, debería estar en la cárcel a perpetuidad, al igual que los separatistas catalanes que no quieren ser españoles.

Señor Zapatero, después de sufrir su presidencia, hemos llegado a la conclusión de que está mejor callado y desaparecido en Venezuela, que es en si el mejor país para que usted cuente estas tonterías. España ya sufrió sus idioteces bastante, ahora le toca hacer el ridículo a sus compañeros de ideología que son tan simples como usted. Esperemos que se den cuenta a tiempo y España vuelva a recuperar el juicio que a ustedes les falta.

Un saludo, progresista.

jueves, 10 de diciembre de 2020

La garrapata.

 

Hay que ver la mala prensa que tienen las garrapatas. Ahora, un muchacho desconocido se ha manifestado frente a la casona de Iglesias, ya saben el  “vice” que escogió el impresentable mentiroso del bello Pedro, y el maleducado, le ha llamado garrapata, normal que el comunista se haya enfadado y lo quiera meter en la cárcel, pues este señor no es comunista y por tanto, no está  facultado para tener libertad de expresión. Porque solamente ustedes los comunistas tienen la potestad de poseer en exclusiva esta capacidad que ningún fascista puede expoliarles. Ahora, si su mujer desea que guillotinen al rey de España, y lo dice claramente, eso no es nada. Es libertad de expresión. Pero si a usted un señor anónimo que  parece no ser muy fan de usted, le llama garrapata, entonces, sí, ese lenguaraz debe ir a prisión con trabajos forzados y a poder ser en  una cárcel de alta seguridad. Hasta cierto punto tiene usted razón, porque se le puede llamar a usted, delincuente, mamarracho, sinvergüenza, caradura, peor garrapata, no, eso es un chantaje emocional que solo con la cárcel podrá ser subsanado.

Pero vamos a ver “señor” Iglesias, después de todo por lo que tiene usted que callar, que esta esperando de un momento a otro a que el Tribunal Supremo le de una llamada de atención, por los conflictos que está tratando de ocultar, tiene usted la desfachatez de querer meter a este pobre hombre en la cárcel por pensar de usted, lo que pensamos muchos españoles de un dictador y fascista político ya pasado de moda que solo quiere el poder para medrar sin ser  acusado de “caco” y  sinvergüenza inmoral. Cuando usted deje el poder pasará a ser el mismo garrapata de siempre y un ciudadano despreciable, anti español y despreciable. 

Quédese con lo de garrapata, es lo más fino con lo que le van a calificar.

Castell el podemita chocho.

 

Os voy primero a deciros quien es Castell, este ministro de podemos que está desaparecido y solo aparece para cobrar y decir alguna tontería o insultar a España  con la única intención de molestar a todo lo que huela a constitucional. Es un viejo mal encarado, gordo y de  aspecto desagradable.

Su última invención es decir que: acusa al castellano de envenenar el clima de convivencia  catalana. Aunque no lo parezca este botarate es ministro de educación en el gobierno de España, cuya lengua es el  castellano. Y hasta aquí hemos llegado con esta lengua vehicular hasta que este idiota  ha sacado de la manga que es la lengua que ha provocado esta situación tan incómoda para los no hispanos parlantes, entre ellas el catalán tan hablado en su mundo, unos cuantos territorios del Mediterráneo.

Este gordito  indigente intelectual, no sabe que el castellano lo hablan más de quinientos millones de personas en el mundo y que nunca ha irritado a nadie que sean personas educadas e intelectualmente preparadas y cultas. Tan cultas que saben de donde viene el catalán sin tener que insultarle o hacerle de menos, para eso ya están los catalanistas secesionistas llenos de miseria y acomplejados, como es este tal Castell.

Y no tengo nada más que decirle, pues con lo que le hemos escuchado nos hacemos una idea de quien es usted, un acomplejado ruin y mentecato de los muchos que hay en Cataluña. Como usted no es nadie en el mapa político e intelectual en España quiere hacerse destacar por sus mentecatéces y memeces envidiosas

Es usted un pobre catalán de segunda que está bien en el partido obsoleto en el que milita, mientras le dejen.

Para decir estas cosas, que dice sobre el castellano, solo lo hace un idiota o un viejo chocho.

Cristina y su bandera.

 

La anciana y anticuada Cristina Almeida, ha descubierto que la bandera española es un trapo y se puede quemar. Claro está que para esta vegestoria comunista la bandera que es de trapo, es la Española,  no la Republicana que siempre hay un tonto de la bandera con ella en las manifestaciones de los antidemócratas que no se sabe de que es, lo que sí se sabe es que es anticonstitucional, y no debe salir a ningún ruedo o manifestación que se precie. Pero bueno, los demócratas la dejamos salir para controlar mejor la chusma en estos conflictos callejeros.

Cuando escuchas hablar a la anciana Almeida, uno parece estar escuchando a aquella otra comediante, que entre sus grandes gestas se cuenta que mandó deshacerse del político de la derecha española allá por el 36, don  Calvos Otelo. Ella era así, ella era la Pasionaria. Y a Cristina, atascada también en el 36  le pasa lo mismo, recuerda aquel letrero de un pasarán y cuando se quemaban banderas españolas y se daban paseos a curas y mojas españoles por ir a misa. ¡Que tiempos aquellos Cristina!

A ver cuando salimos ya a quemar banderas de trapo y ya que estamos volvemos a revivir aquellos  tiempos. Si por vosotros fuera ya habrían llegado, pero ahora ya no es igual y la democracia, esa en la que nunca creísteis, ahora es un hecho muy fuerte y la gente es más espabilada que la ignorancia de antes.

Cristina no te juegues el tipo con las banderas y déjalas estar, las de trapo y la otra que no sabemos de que es. Mejor para todos, y mejor para ti.