Artur Mas sigue empecinado en ver
la paja en ojo ajeno y obviando la viga en el propio. Una viga tan grande que
le está produciendo la pérdida de perspectiva global de Cataluña, y terminará
por ocasionarle la ceguera política total respecto a la función
de su terruño en el entorno general de España.
En su última comparecencia ante
la prensa, Mas apela a la unidad y heroicidad frente a dragones que no respetan
a Cataluña.
Si no supiera donde se ubica
Cataluña geográficamente, creería que estaba
hablando desde Venezuela; la oratoria es similar a la del analfabeto presidente
de esa nación, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Pero volvamos a la paja y la
viga. Señor Mas recurre usted a la unidad que yo sepa como parte integrante de
España, Cataluña ya está unida. Luego, menciona la heroicidad. Heroicidad respecto
a ¿qué y a quien? ¿De que hazañas habla para utilizar tan grandilocuente
palabra? ¿La de aguantarle a usted y sus socios independentistas el desastre al
que están llevando a su querida tierra, tanto en lo económico como en lo
social? Y ¿quiénes son esos dragones que no respetan a Cataluña? ¿La mafia de
la familia Pujol? ¿Los descomunales gastos de propaganda, embajadas,
televisiones al servicio de su gobierno, enchufes entre “coleguillas” para
esquilmar al pueblo catalán, y demás barbaridades que su enajenación
secesionista está permitiendo y amparando con su odio hacia España? Una nación
que le está permitiendo continuar pagando
lo mucho que debe a consecuencia de su mala gestión. Y no me venga con que España
nos roba. De un tiempo acá ya sabemos quien roba en Cataluña.
Y para terminar, los españoles de
bien, ya sean vascos, andaluces, cántabros, gallegos o catalanes, quisiéramos
que se reuniese en el parlamento catalán, con representantes del Estado español,
para tratar de solucionar los problemas que hay, que son muchos, y no con
miembros del Islam para comprarles el voto a cambio de nacionalidad. Si tanto
ama su tierra, no convierta su suelo en provincia yihadista. Evite más penurias
a sus moradores y al resto de españoles. Definitivamente la viga
independentista, no le deja ver el peligro.
Parece que la sensatez es virtud
difícil de encontrar en este gobierno de Cataluña. Sólo le falta a usted un
bello “chandalcito” de la
Señera , cuando vaya a proclamar estos mensajes grotescos y de
populismo de ocasión. Esperemos que los ciudadanos de Cataluña se den cuenta de
quien maneja el timón de su tierra y pongan a este ofuscado ¿honorable? En el
buen camino hacia… la calle.