viernes, 17 de abril de 2015

Maduro y la incontinencia verbal.

Lo del presidente de Venezuela no tiene un pase. Ahí sale él en su cadena de TV envuelto en la  bandera, con la que se ha hecho un chándal hortera y ridículo. Insultando a diestro y siniestro sin conocimiento ni medida. De hace un tiempo a esta parte ha cogido fijación con España y su presidente Rajoy, al que da una importancia a nivel internacional cuando le acusa de formar parte de un complot a tres bandas, Madrid-Bogota-Miami, para derrocarle. Acto seguido le acusa de ser un rajado y un racista, terminando con amenazas advirtiendo a España, que no consentirá ingerencias en su política interior. Si es que para él política es que  todo aquel que no esté de acuerdo con su aventura bolivariana, sea detenido, amedrentado o desaparecido, que algunos ya hay.
Pero ahora no es solo Rajoy la diana de todos sus insultos y fanfarronadas, ahora también Felipe González, al que otro de sus pandilleros incondicionales, Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, acusa, con el desahogo que caracteriza a estos patanes, de haber dirigido grupos paramilitares.
D. Diosdado, los paramilitares son los que mandan ustedes a matar a críos de dieciséis años. Mire que se lo tengo dicho, tome usted la medicación antes de hablar. Aunque entiendo que tenga la cabeza tarumba tanto escuchar los monólogos insensatos de su presidente, quien, dicho sea de paso, es asesorado por un pajarito que acude de vez en cuando a revolotear por su despacho. Puro surrealismo.
Surrealismo que llegaría a ser cómico si no fuera por las desastrosas consecuencias que esta trayendo al pueblo venezolano.

Nicolás, ¡Porqué no te callas! Deja de hacer el ridículo con tus manías persecutorias típicas de todos los dictadorzuelos de poca monta. No eches la culpa a los demás de tus errores y locuras. Coge esos chandalcitos tan lindos y vete a la selva con los monos, tal vez a ellos les haga más gracia  las sandeces que tu incontinencia verbal te traiciona. Deja que los políticos sensatos de Venezuela, que sin duda los tiene, aunque estén encerrados, pongan de nuevo el país donde se merece. De momento que todos coman, ¡Nicolás que los estas matando a hambre! Mientras, el dinerito en Andorra.

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