Después del
resultado de las elecciones de Cataluña, uno se pregunta ¿Que piensan los del
PP? Y ¿Por quién están asesorados?
Son tan
orgullosos que su actitud soberbia y arrogante les impide ver la realidad y se
disculpan, de su fracaso, echando la culpa a la sede o a Bárcena por sus
tejemanejes, sin querer reconocer que a parte de estos chanchullos, que por
supuesto han intervenido negativamente en su situación actual, el problema
clave fue la actuación del anterior presidente Rajoy al sacrificar a todo el
partido a su, egoísta decisión, de no ceder la presidencia ante la moción de
censura de Pedro Sánchez. Un pérfido y tramposo individuo, al que pretendía
ganar por su cara bonita. Pero fue la cara bonita de Pedro quien se llevó el
gato al agua.
Por tanto el
mal asesoramiento de Rajoy fue el primer paso para el fin del PP.
Ahora está
Casado, un presidente que no quiere ser de derechas, un paisano que jugando a
ser de centro se está pasando de frenada y quiere, parece ser, de izquierdas.
La derecha se la ha comido VOX, y mucha gente se esta pasando con su voto a las
filas del derechismo patrio.
Muchas de esas
personas piensan que para que quieren un ridículo centro, que no consigue nada
tangible, si tienen una derecha que pone en jaque a la extrema izquierda a la
que se la venció en otro tiempo y de la que no guardan buen recuerdo.
Señor Casado,
el primer problema que tiene el PP, es usted que no está preparado para mandar
en tiempos difíciles, como los que estamos pasando. Para acabar con esta
pandemia de quijotes desquiciados y absurdos, hace falta una persona que sea
creíble y mantenga un tono fuerte y decidido. No sirve solo denunciar lo que
esta gentuza está haciendo mal, que es mucho, sino que dé la cara y ponga
medidas para solucionarlo, aunque se pierda, pero que la gente vea que lo
intenta. Usted tenía a una Álvarez de
Toledo, que decía las cosa claras a los mentecatos izquierdistas que quieren
acabar con la España
democrática para convertirla en un comunismo chavista y castrista . Una España carente de Constitución.
Vendida a los más tontos e ineptos del mercado político mundial. Pero alguien
le dijo que era una fascista y así, un partido democrático como el PP, no podía
seguir, porque molestaba a Iglesias y compañía y claro estos, que viven la
democracia a base de violencia y desorden,
debían ser atendidos inmediatamente, no vaya a ser que se enfaden y me llamen
fascista. Y con ese complejo no se puede ser líder de nada. Si el PP quiere ser
un autentico opositor para las siguientes elecciones, tiene que prescindir de
usted, porque está traicionando el espíritu democrático de su partido. En política
o se es, o no se es. Lo que no se puede es hacer como esta haciendo el PP
actual, si, pero no. Así les paso a Ciudadanos. Y si ya lo ha visto usted, pues
no choque contra la misma piedra. Cambie o va usted mal.