Ya resulta patético el discurso
sectario del bello Pedro. No ceja en su intención de ser proclamado Presidente
del gobierno a costa de lo que sea menester.
Vamos a ver si de una vez despierta del sueño que se ha
montado atrapado por la ilusión, casi enfermiza, de querer ser algo para lo que
no vale ni le quieren. La realidad dice que ha perdido las elecciones
cosechando el peor resultado en la historia de la democracia española. De hecho
es el cuarto en Madrid, vergonzoso para su partido. Es el artífice de la
primera investidura fallida del estado español. Le insulta y ningunea con saña,
su amado Pablo Iglesias, no sólo a usted, también a todo el PSOE sin que se
revuelva a plantarle cara a semejante mamarracho. Demuestra de esta forma no tener
valor ni para ser representante de los
vecinos de su escalera. Para ser presidente de España no vale sólo ser guapo,
también hay que estar preparado y usted deja mucho que desear. Su locura ha
llegado al extremo de querer cambiar la realidad hasta convertirla en un
“cuenterete” patético. Ahora lanza la fantasía de que ya tiene más votos que el
PP, usurpándole a C’s los suyos y contándolos como propios dejando a su socio
en la cuneta, olvidado. Tanta es su prepotencia.
No sea fantasioso ni se engañe, a
usted le han votado los que le han votado. Tiene los escaños que tiene y vale
lo que vale. No se coloque medallas que no son suyas.
En fin, toda esta comedia acabará
pasando y al final cada cual queda como lo que es. A usted de momento le falta
mucho para llegar a ser estadista como lo fue D. Felipe González a pesar de la
“cal viva”. Por cierto, acusación que no supo rebatirle al estalinista Iglesias
con rotundidad y valentía. Le falta dignidad y valor para defender a sus
camaradas lo que me hace pensar que es capaz de traicionar a quien fuese con
tal de lograr sus propósitos.
Salga de su fantasía y enfréntese con la realidad. Usted vale lo que
vale, ni un escaño más y si alguien tiene que marcharse es usted, España no
aguantaría otro Zapatero.
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