sábado, 26 de agosto de 2017

Cataluña, la chapuza nacional.

Los buenistas siempre han dicho que no se debe juzgar en caliente, a estas alturas de la dramática situación en que vive occidente con estos individuos fanáticos, deben estar todos estos idiotas achicharrados.
Ahora que ya han pasado los primeros días de indignación e impotencia, dejas a un lado, con todo el dolor del mundo a los infelices sacrificados por estos monstruos salvajes y asesinos, y te das cuenta en manos de quien está Cataluña. Si lo que está saliendo en la prensa española es cierto, la chapuza catalana no tiene nombre. Resulta que un juez decidió que el Imán jefe de este comando asesino, después de ser detenido con alijo de hachís de 125 Kg. era un delito: “no grave”. Quizás pensó que era para consumo personal, claro después de fumarse los 125 Kg. acabó montando la que montó. ¿Bien por el juez!
Ahora nos enteramos que la policía belga advirtió a los Mossos de la peligrosidad de este Imán de Ripoll, pero como según dicen, era una conversación no oficial, pasaron del tema. Si la omisión del aviso a la policía nacional y guardia civil ya es una falta grave, tan grave que costó la vida a varias personas, la vileza de no comunicarlo por asuntos políticos hace imprescindible que se depuren responsabilidades y para eso está el Estado, al que pertenece Cataluña por más que quiera obviarlo, es decir España.
Otra de la soberbia manifiesta de esta tropa de incompetentes fue la respuesta que dieron a la jueza cuando,  en la casa de Alcanar y después de encontrar un número nada común de bombonas de butano y un olor nauseabundo, sugirió a los Mossos que levantaran una investigación por si podía ser un  acto terrorista, a lo que el sobrado de turno respondió “ señoría no exagere”. Es que lo normal en una casa que sale por los aires es que tenga ciento y pico bombonas y huela que tira para tras.
Ada Colau no puso bolardos de contención, aun siendo avisada, porque consideró, en su privilegiada inteligencia de alcaldesa, que no eran necesarios.
Por fin llega el afán independentista a escena, cosa que no pueden evitar. El encargado de poner en evidencia su sectarismo esta vez correspondió al consejero Joaquín Forn, que además no es ni español ni catalán sino de Ecuador, quien en su ignorancia bananera, hizo una clara distinción entre victimas catalanas y españolas. Si no fuera por la gravedad del caso sería para reírse de usted, pobre Cataluña si alguna vez gobiernan. Pero no se apure usted que los hay más tontos en ese gobierno de chichinabo del que cobran por decir zanganadas, hay un alto cargo, un tal Ferran Requejo que en su paranoia secesionista ha llegado a decir “El gobierno ha permitido el atentado para que los Mossos fracasen”. Al menos parece reconocer que los Mossos han fracasado.  De donde han sacado a este mamarracho.
Y la última y más jugosa de todas las ocurrencias estrafalarias la de Puigdemont presidente de la manada, acusa a Rajoy de poner en peligro la seguridad de Cataluña. Pero hombre de dios, el único que está poniendo en peligro la seguridad de Cataluña es usted con sus locuras separatistas. ¿Pero no hay psiquiatras en Cataluña?

Si es o no una chapuza, después de lo expuesto, lo dejo a su criterio.  

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