lunes, 26 de abril de 2021

Marlaska, te toca.

 

Los bandazos que está dando este gobierno de chirigota son ya de escándalo espacial. Pero además desde el principio de su legislatura, con los pactos anti natura se ha llegado a pensar que estos chicos de la izquierda más obsoleta y pasada de moda, en su flagrante e inconsciencia (quiero pensar) han llegado a creerse que pueden hacer y deshacer a su gusto, lo que les de la gana, pero luego llega la realidad y ven que no es así.

Pablo Iglesias, ya ha sido llamado a los tribunales al no estar ya aforado  ahora le toca al ministro Marlaska, por pasarse de listo con el cese del general De los Cobos, al que quería manejar a su antojo, no dándose cuenta que, en realidad, el general era el señor De los Cobos, y que este oficial, con una gran carrera militar, no estaba dispuesto a que un patético juez, metido a politicastro, le destroce  el currículum, que tanto le ha costado, por un capricho de semejante individuo pasado de revoluciones.

Marlaska, es de esos mediocres, cuyo anonimato siempre le apabulló hasta que, por esos sucesos de la vida, le colocó en una situación de subida social, y entonces se lo creyó. Lo que nunca había dudado en su interior, que era en realidad, un genio de la legislatura y por tanto, no había quien le parase.  Pero las leyes no están hechas por la mezquindad del gris endiosado juez, y le revientan en la cara cuando otros ciudadanos, le acusan de falsedad documental y prevaricación, y es aceptado a trámite por el juez supremo. Con esto ha demostrado que esta corto en leyes, y es normal que pidan su dimisión. Si fuera una persona de verdad, después del ridículo cometido, ridículo del que no va a salir nunca más, dimitiría y así taparía un poco la estupidez de la que está haciendo gala.

Después de esta salida de pata de banco, su carrera política esta acabada. Cuando caiga su otro mentiroso y prevaricador Pedro, tendrá que volver a la carrera judicial, y su desprestigio entre sus compañeros será usual de pura normalidad para ellos. Por eso no dimita, el mal ya está hecho. Ahora chupe lo más que pueda, que está muy bien pagado, y cuando termine la legislatura, con lo robado al país español, a vivir del cuento lo que le reste de vida. Lo peor es que una vez levantada la trucha, ahora empiecen a llenarse cestos de corrupción.

No lo podéis evitar, vivís de la mentira y la trampa. Sois unos sinvergüenzas.

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