Si aún quedaba alguna duda de que
en España hay dos varas de medir cuando se refiere a la comunidad
independentista de Cataluña, sólo tienen que ver lo que le ha sucedido al Señor
Director Adjunto de la Marca
España , D. Juan Carlos Gafo.
Este señor, que debe
defender la Marca España como representante
de la misma y como español, cogió un gran cabreo cuando en los mundiales de
natación de Barcelona, los fascistas intolerantes de los independentistas silbaron
el himno de España. Tuvo entonces la
mala fortuna de pensar en voz alta. Tan alta, que lo puso en su “Twitter”: “Catalanes
de mierda. No se merecen nada”.
Siempre he sido de la opinión que
el insulto es una violencia verbal que se debe evitar siempre. Pero hay
ocasiones, sobre todo si son reiteradas, en que por muy educado y equilibrado
que seas el subconsciente y la repetitividad de agravios contra ti o tu entorno,
la indignación te hace decir improperios de los que ya no sirve el arrepentimiento.
Esto le sucedió a D. Juan y estoy
seguro que el 98% de los españoles hubiéramos dicho lo mismo de estar allí en
aquel momento. Hasta lo expresaríamos con las mismas palabras.
Lo mismo me sucedió cuando los
nacionalistas catalanes quemaron la bandera de España. O el día en que
incendiaron las fotografías de los reyes de mi patria o quemaron la Constitución Española
en la plaza pública. En estas ocasiones el Ministerio de Asuntos Exteriores
estuvo lento y laso en su actuación. Parece ser que los catalanistas estaban haciendo
uso de su libertad de expresión. Sin embargo, cuando el señor Gafo hizo uso de
la suya, tomo la vara de medir y les ha faltado tiempo para investigar tan
grandioso agravio. ¡Qué eficacia! Ya se sabe:”Fuertes con los débiles. Y débil
con los fuertes”.
Si no se entiende mal, esto
quiere decir que todas las tropelías que hacen los nacionalistas catalanes
contra la “puta España”, es libertad de expresión. Cuando el señor Gafo expone
la suya, inmediatamente todos los sopla-pitos del Ministerio de Asuntos
Exteriores se ponen en marcha y deciden que lo de D. Juan es un terrible
insulto a la dignidad del “país catalá”. De lo que se deduce sin mucha
dificultad que los catalanistas tienen derecho a la libertad de expresión y D.
Juan, como es español y no piensa como ellos, no.
Estas actitudes son las que hacen
sospechar del servilismo del gobierno español ante el fascismo catalanista.
En cuanto a usted, señor Gafo, ya
no envíe más mensajes disculpándose, está bien claro el calentón del momento.
Cualquier español de bien lo hubiera tenido. No se exponga usted más a las
criticas canallas y sectarias de esta gentuza. Usted ha tomado la decisión
correcta y ha pagado su error dejando su puesto, precisamente por defender a
España y su marca.
Deje que sean los pelota del
Ministerio de Asuntos Exteriores quienes sigan bajándose los pantalones cada
vez que los catalanistas hagan uso de “SU” libertad de expresión. Pero que
tengan cuidado que en una de estas… un tropezón, un resbalón y… ¡zas! Les perforan
la retaguardia.
Con la mayoría de los españoles
ya está en paz señor gafo. Un saludo.
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