domingo, 10 de septiembre de 2017

Dalí. Ahora qué

Una vez consumada la exhumación y los análisis de ADN, se ha demostrado que la vidente Pilar Abel no es hija del genio Dalí. Ahora viene la segunda parte, ¿Quién paga los gastos que se han ocasionado? Pilar o la  jueza del caso. Me explico:  Lo de Pilar es normal, no deja de ser una pobre ignorante que aún creyéndose hija del artista, en sus declaraciones se notaba que no sabía nada del genial pintor, solo le movía a ver si conseguía algo con la absurda idea, seguro que respaldada por algún listillo que intentaba sacar tajada de esta mentecatez. Pero lo de la jueza, a la que se la supone un mínimo de cultura, es de cárcel. Solamente conociendo por encima  la biografía del genial pintor se ve que la vida amorosa de este no era precisamente la de Julio Iglesias, quien tuvo miles de amantes y en la actualidad tiene varios hijos con la primera y segunda mujer, sin contar los que le salen cada cierto tiempo como ilegítimos. Esto sería suficiente para que una jueza ordenara el levantamiento del sepulcro en caso de ser solicitado por cualquiera. Aparte de la austeridad del pintor respecto a esta faceta amatoria,  siempre se dijo que Dalí era impotente y que sus gustos eróticos iban más por la homosexualidad que por el lado heterosexual , pero no era suficiente para la jueza que deseaba pasar a la historia como la magistrada que exhumó, caprichosamente, al  magnifico pintor del siglo XX. Esta señora es tan culpable como la farsante Pilar, con el agravante  de la falta de asesoramiento de las personas que conocieron a Dalí, que eran en verdad, los que sabían de su           comportamiento sexual. Así que a pagar por botarate, o al menos a medias que también tiene lo suyo la adivina. 

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