sábado, 26 de enero de 2019

España no tiene remedio.


Se ha elegido al nuevo representante de TVE en EUROVISION y de todos los cantantes que han soportado la final, el único que canta bien para representarnos, en tan patético concurso, ha resultado un tal Miki, que como en el anterior festival también es catalán e independentista, al igual que el compositor de la canción. Dos individuos que ni quieren a España ni les interesa un higo gane o pierda su representado.
No me digan ustedes que de todos los españoles presentados a este concurso ninguno tenía capacidad suficiente para representar a su país. Ahora solo falta cantar en catalán, como pretendió Serrat en su tiempo. La sumisión y el peloteo a los golpistas nazis catalanes resulta ya tan asquerosa que al ritmo que lleva este gobierno, en unos meses, España acabará siendo una provincia de la república catalana, al tiempo.

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