Ya era hora.

Después de aguantar tantas mentiras, insultos, injurias y groserías de los golpistas catalanes, por fin, parece que los españoles han decidido decir basta y  el domingo 10 de  febrero se han atrevido a manifestarse en contra de las valentonadas de unos traidores a España, a la que quieren destruir en propio beneficio, aprovechando la blandura y desfachatez de un presidente ególatra,  al que nadie ha votado  y que ha vendido a su patria con tal de mantenerse en el poder. Por su incompetencia y  osadía, una vez puestos los golpistas en su sitio, se debería  la justicia ocupar  de él por su traición a la patria. Tal  vez les suene fuerte esta petición, pero lo entenderán cuando vayan analizando las cesiones y felonías que el bello Pedro Sánchez, ha ido concediendo a los traidores a la patria, con el solo propósito de alargar su mandato unos meses más.

Ahora, que parece que la  sensatez y cordura  van ganando terreno a la deriva de  una izquierda desorientada por sus insensatas ideas y muchas personas comienzan a ver la realidad de la situación, es el momento de poner las cosas como estaban y a los personajes separatistas en su sitio, lugar del que no debieron salir nunca, si las aplicaciones para acabar con el intento de asonada se hubieran aplicado correctamente y no con fragilidad y miedo con la confianza insensata , de que los mamarrachos secesionistas  iban a llegar a un pacto asequible y beneficioso para todos.

Pero ante la felonía de estos traidores, el estado está en la obligación de defenderse y hacer uso de todas las leyes que puedan aplicarse para conseguirlo, incluso la suspensión de la autonomía.

De momento, hay que echar al okupa  del gobierno, mediante  las urnas y a continuación aplicar las leyes que correspondan, para que esta ristra de  mentecatos prueben de verdad, sin complejos absurdos, lo que es  una democracia. Pero no solo los golpistas catalanes, todos los camuflados  de demócratas que aprovechan las libertades del sistema par vivir a costa de algo en lo que no creen. Hoy domingo, 10 de febrero del 2019 abramos los ojos y comencemos a ser demócratas de verdad. Lo que no sirva para la unión y prosperidad de la nación, deshecho total, pero sin complejos ni miedo.