Ya había notado hace tiempo
la estrategia que estaban llevando a cabo, lenta, pero eficaz, este gobierno
anticuado con las mismas promociones políticas ancestrales, de los viejos
tiempos del inicio del comunismo. Primero. Llegar al poder sutilmente e
instalarse en él con la disculpa, como siempre han hecho a lo largo de los
tiempos, de tratar de cambiar el pensamiento social por uno más avanzado y
prolijo. Para ello deben de romper con todo lo establecido. Así, lo principal,
es que todo lo establecido por el régimen que les ganó la guerra, que nunca han
olvidado, y su recuerdo se ha trasformado en un odio fraterno que después de
cuarenta años, han ido trasmitiendo a sus ancestros y a ellos y a los muchos
fracasados que les siguen, han
convertido en su medios de vida, gentes
enojadas e indignadas por como viven los mejor favorecidos, y la envidia
les encoleriza de tal forma que son capaces de cegarse porque otros no vean.
Estos son los estúpidos a los que dedican
sus mensajes de odio y maledicencias.
El gobierno, o lo que sea,
que ahora rige España, ya ha empezado a enseñar la patita por debajo de la
mesa. Primero fue Franco quien cayó en su odio, y fue sacado de su tumba del Escorial,
para beneplácito y satisfacción de los hijos y nietos de los que perdieron la
guerra civil, que ellos hicieron para ganarla. Una vez que se cambió al
dictador de lugar de enterramiento, y viendo que nadie dijo nada pues a por
otra vengancilla, propusieron volar al Valle de los Caídos. Que vea la gente de
izquierda lo valientes que son. Después de inhumar al todo poderoso Franco, se
atrevan con el Valle, claro, piensen que el generalísimo está muerto, si no otro
gallo cantaría. Franco murió en la cama, ninguno de estos iluminados se hubiera
atrevido a toserle si está vivo.
Ya no tiene momia, entonces
el Pazo de Meirás. Una finca gallega que se conserva en perfecto estado gracias
a que la cuidó la familia del dictador, porque si no ahora estaría en ruinas.
¡Que les importa a ellos que fuera de la familia de la
Pardo Bazá n! Además estos no saben ni
quien es, con tanto feminismo y memeces afines.
Y ahora les ha caído la
pieza gorda de la
Constitución Española. Las comisiones anormales del rey
emérito Juan Carlos I, que como buen Borbón, la bella Corina, lo ha llevado al huerto.
Pero ahora viene la
pregunta: ¿Debemos los españoles renunciar a nuestra libertad democrática y
nuestro buen sistema de vida porque el rey haya sido un irresponsable y poner
el poder en manos de una gentuza, que viendo lo visto, nos puede llevar a
Venezuela en dos pasos? Piénsalo, esto es muy importante. Queremos seguir
siendo España o preferimos a una república bananera. Porque aquí no hay termino
medio.
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