Es que los
españoles somos malas personas con los linces de los catalanistas. No nos
acostumbramos a consultar a esos “señores separatistas lo que ellos desean para
su “país” tan culto y preparado con sus cosas. Ahora resulta que les hemos
hecho un feo siniestro al vacunar la primera de Cataluña, a un anciano que ni
es catalán ni sabe su fabulosa y exquisita lengua, y esto es insoportable para
los cultos y preparados secesionistas. ¿Cómo nos hacen de menos los incultos y
salvajes españoles al vacunar a un tosco
individuo que no sabe catalán, así la lengua catalana no llegará a ser la más
hablada del mundo, como se merece.
Las nacionalistas
e independentistas, están en la cárcel y allí nadie les entiende, en Bruselas
tienen a un exiliado político como Puigdemont, y el otro día fue al Parlamento Europeo
para meter un royo independentista de esos que solo se limitan a insultar a
España y sus habitantes, creyendo que la gente, en Europa, no tienen más que
hacer, que aguantarle el mitin majadero que cuenta semejante cara dura, y
además en catalán.
En fin, lo que
les ha molestado es que se haya vacunado a un posible español en España, pero
que esa España fuera Cataluña. Que el anciano vacunado esté bien es lo que
importa. Por lo menos a las gentes de bien, que supongo hay, en Cataluña. Para
los secesionistas y polémicos catalanistas, que les den. Y no me interesa lo que penséis de mí porque
sois unos mentecatos ignorantes, y de esos me da igual lo que piensen. Lo que
no veis es que no vamos a estar así toda la vida, mamarrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario