España esta desquiciada. Solo
tenemos que contemplar los acontecimientos que se suceden día a día.
Aquí todo está manga por hombro;
El pleno de la Sala
de lo Penal de la Audiencia Nacional ,
sin esperar la decisión del Tribunal Supremo, pone en libertad al criminal
Troitiño, con 21 muertos a sus espaldas, entre los que había cuatro niños. A la
par de este en días sucesivos el goteo de criminales de ETA, asesinos comunes, pederastas
y violadores, van siendo liberados. Todo por una decisión impuesta por un
tribunal ajeno a nuestro estado y nación.
Mal asunto cuando las leyes
protegen a los criminales y ningunean a los asesinados y sus familiares. Cuando
esto sucede es señal de que el estado de derecho está enfermo.
La percepción de abandono y la
injusticia lleva a los ciudadanos a protegerse de los delincuentes criminales
ya que, el Estado y los jueces no lo hacen. Si esto sucede se corre el riesgo de
que las victimas, cansadas de tanto cinismo y falsedad, se vean obligadas
a tomar la justicia por su mano. En ese
preciso momento se acabó la democracia.
El gobierno tiene que decidir; o
se está con las victimas o con los criminales. Aquí no valen discursitos
demagógicos ni palmaditas en la espalda. Por lo que estamos viviendo, parece
que de momento se está apoyando a los malos.
En estos casos de extrema
gravedad, siempre aparece el tonto útil que utiliza el legalismo para dar la
nota exótica poniéndose a favor de la ley, aunque esta sea injusta.
Para todos estos idiotas que
apoyan esta salvajada, los jueces de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ,
y para los letrados del Tribunal de los Derechos Humanos, les conmino que cojan
a toda esta gentuza y se la lleven a Bélgica, a sus casas y barrios para que
vivan junto a ellos y cuando le violen o asesinen a él o alguno de sus
familiares, les vuelvan a admistiar. ¡Ah! Y si esto suceda, no cambien la ley,
ya saben que no se puede legislar en caliente. Cuanto tonto cría la democracia.
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