Poco a poco comenzamos a
vislumbrar las pretensiones de Pablo Iglesias y la banda de partidos
mamarrachos surgidos como satélites en pos de podemos.
Iglesias está dispuesto a
quedarse para él toda la izquierda. Para ello ya a comenzado con la devastación
de IU, con intentos de anexión de militantes significativos de este partido. La
culpa, de sus dirigentes que no han sabido mantener una postura coherente con sus ideas
políticas y han vendido el alma ideológica por un mendrugo de poder en los
pactos con el PSOE. Mendrugo de pan del que solo han salido beneficiados los
dirigentes, muchos de ellos implicados en sonadas corruptelas y a los que ahora
pasan factura sus votantes habituales. Recuerden: programa, programa, programa…
que decía, quizás el más dogmático y honrado de los líderes políticos de la
izquierda española de nuestra democracia, D. Julio Anguita. La marcha de este señor
modélico, con sus claro oscuros como cualquier ser humano, es lo que ha dado
paso a esta Pléyades de mangantes volubles que ha dejado al pie de los caballos de
Podemos, a toda una institución de la izquierda reivindicativa proletaria.
Camino paralelo lleva el PSOE con
su presidente Pedro Sánchez. Este inestable y veleidoso muchacho ha confundido
la dirección por donde le sacuden los tiros y corre el riesgo de acabar siendo
el chico de los recados de Pablo Iglesias.
En su campaña política repitió
por activo y por pasivo que “nunca pactaré ni con populares ni populistas”.
Pero su ansia por desplazar al PP del poder, le ha traicionado. En política no
es bueno que tus pies vayan por delante de los zapatos. O dicho de otra forma,
la paciencia es una virtud. Hay que respetar los tiempos y tus seguidores te
respetaran. Es peligroso querer cegar porque otros no vean. Los recuentos de
las votaciones están ahí y por mucho que quieras encubrir, siempre te
perseguirá su sombra.
Pedro Sánchez se equivoca de
enemigo político. El PP es su adversario, su oponente antagónico, su yin-yang,
la derecha y la izquierda, el blanco y en negro, el sí y el no. Este
antagonismo legal y noble, es el que puede hacer avanzar a España en la
democracia. El enemigo peligroso es Pablo Iglesias y su caterva de cavernícolas
que basan su propuesta social y política en el rencor y la revancha, pues son
incapaces de sumar dos más dos. Esta cuña podrida de la misma madera puede ser
el cáncer del principio del fin de Pedro Sánchez y lo que es peor, del PSOE
quien después de ZP no levanta cabeza. Un PSOE que con la estrategia de sus
líderes a pasado de ser el gran partido de la izquierda al tonto útil de la
extrema izquierda nacional.
No se engañen, ni engañen a su
electorado, ustedes no han ganado las elecciones. Recapaciten, hagan un
profundo examen de conciencia, sean humildes y valientes y rectifiquen su
estrategia política que solo puede llevarles a la destrucción. No sea que por
querer llegar rápido a todas partes no lleguen bien a ninguna.
Solo boy a poner un ejemplo; En
Cantabria eran ustedes la segunda potencia política a pocos pasos de PP. Sus
pactos con el PRC del Señor Revilla han hecho de ustedes la tercera y pronto
serán un partido más sin solvencia suficiente para ser alternativa de poder. Al
tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario