sábado, 31 de marzo de 2018

Marta Rovira. ¡Que rica!

“Cada día, cada  hora sentía mí libertad limitada” decía la plañidera Marta dejando deslizarse dos lagrimas por sus morenas mejillas. Lucharemos hasta el final, ahí se la escurrió una palabra ; lucharemos, no: luchareis hasta el final, que yo me voy no sea que me encarcelen y eso no entra dentro de mi independentismo.
Esta irascible y fanática golpista se le llena la boca de Cataluña y su desmedido patriotismo acompañado de lagrimas en favor de la republica secesionista catalana, se apaga en cuanto llega el momento de dar la cara y enfrentarse a la realidad y pagar por sus falsedades y viendo el peligro, como gran patriota que es, pone pies en polvorosa y se exilia al igual que el vividor y comediante Puigdemont, dejando el marrón a los tontos útiles del golpismo, esto es una tradición entre los catalanes separatistas, ya salieron todos corriendo por las cloacas cuando proclamaron la republica, poniendo al incauto Canmani como presidente, el tonto útil de la época. Doña Marta nunca será presidenta de nada, pero pasará a la historia como la tonta útil de este procés que nació fracasado por la forma incoherente de ejecutarlo y presentarlo, más como un circo que como algo serio y racional.
Doña Marta Rovira ya ha enseñado el pelo de la dehesa después de su huída, ni patriota ni nada parecido, una vividora de la política y el desconcierto, una cínica llorona cuyas lágrimas son más por el dinero que ganaba y el estatus social que ha perdido que por se
u amada Cataluña.
¡

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