Entre las muchas ideas “geniales “que se le ocurren al bello Pedro, no
pasa desapercibida la de de nuestro presidente, de exigir a los futuros jueces un test psicológico para conseguir plaza. No
lo veo del todo mal, pues hay algunas sentencias que parecen falladas por
verdaderos desequilibrados síquicos que debieran ser analizados por su falta de
empatía. Pero aún estaría más de acuerdo si esta opción se aplicara a los
candidatos que se presentaran para presidente de la nación. No vayamos más
lejos y pongámosles de ejemplo al propio Pedro Sánchez, ya que el es el autor
de esta idea, un señor que dice tener un doctorado y según todos lo indicios ha
sido copiado palabra a palabra de diversos escritos, ósea, que de su intelecto “prodigioso”
nada de nada. Después descubrimos que ha escrito un libro, que al parecer se le
han escrito y lo único de su propiedad es la firma y por último se nos presenta como un avezado aviador que se pasa la vida
montado en un avión que se supone es de todos, oculta lo que se ha gastado en
sus singladuras personales y hace de ello un secreto de estado por seguridad. Podía
haber dicho que era para vigilar desde el aire mejor a sus súbditos, que no
ciudadanos, pues su estado actual como presidente es más para tener súbditos
como el rey. Si a usted le coge por banda un psiquiatra tiene que dejarlo antes
de acabar en un manicomio. ¡Como es!
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