Al bello Pedro le ha salido el tiro de investidura por la culata, y todo debido
a que la “Banda no se ha portado como él quisiera. La Banda estaba formada por
Unidas Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, un hombre tenaz que se equivocó
con su jefe pensando que era más idiota que lo que en realidad es, y en su
delirio de grandeza comenzó a pedir sillones y cuando se dio cuenta el bello
Pedro, que era el que en realidad había
ganado las elecciones, solo le quedaba el sillón de parques y jardines para que
repartiera entre los “vasallos” del PSOE. Otros de los integrantes del
dispositivo de apoyos magistrales, eran Bildu con el asesino Otegui a la
cabeza, que representaba al independentismo vasco, Rufián, representante del
partido golpista catalán que no quiere nada con España pero que en esta ocasión,
y oyéndole hablar, parecía estar dispuesto a solucionar todos los problemas del
estado español, a cambio, claro está, de su independencia inmediata, otro
diputado del PRC con un tal Mazón, como mano derecha del señor Revilla, y al
frente de tan peculiar Banda, como director de operaciones, ¡El siempre imitado pero nunca igualado! ¡El Bello Pedro! La cosa, viendo la disposición
de la dislocada pandilla de menesterosos
sacacuartos, la cosa acabó como el Rosario de la Aurora. El amado líder
socialista les dio puerta a todos y se fue de vacaciones a Doñana, gastos
pagados y viaje en Falcon, que es en realidad a lo que este ególatra superlativo
aspira para pasar los próximos cuatro años. ¿Lo logrará en septiembre? Si es así,
estupendo, cuatro años más de gorroneo. Que no, las vacaciones están pagadas y
durante estos meses de espera seguiremos cobrando. Jamás un mediocre de esta índole
ha vivido mejor sin hacer nada.
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