lunes, 11 de marzo de 2013

Venezuela. Pura comedia


Murió Hugo Chávez. Como ser humano no le deseo ningún mal. Solo ansío que encuentre tanta gloria como felicidad y bienestar ha dejado a los venezolanos. Espero que donde quiera que este, descanse en paz. En una paz que más pronto que tarde desaparecerá y dejará a los colombianos divididos y presos de odios y rencores que no auguran nada bueno para el país. Tiempo tendremos de ocuparnos de ello.

Ahora, todo es culto al líder. El féretro, envuelto en la enseña nacional, va y viene en romería lacrimógena de un sitio a otro, llevado a hombros por los fanáticos patriotas del difunto salvador de la patria. Una vez vitoreado y homenajeado debidamente, tenemos el velatorio de cuerpo presente. Todos lodos dictadores, en general, son muy dados al exhibicionismo fúnebre. Recuerden la capilla ardiente del generalísimo Franco. Pero este, una vez hecha la ostentación de afecto cara al extranjero, fue enterrado y su espirito y recuerdo se fue difuminado en el laberinto de la historia.

Con los comunistas no sucede lo mismo. Ellos van más allá y buscan la inmortalidad. Para ello no hay cosa mejor que un buen embalsamamiento. Hugo no iba ha ser una excepción.

En este asunto, según los desmanes cometidos en vida por los interfectos, tenemos todo un ranking de momias. Las hay de primera clase, como la de Lenin, Stalin, Mao Zedong. De segunda; como el dictador vietnamita Ho Chi Ming, el checo Kement Gottwald o Georgi Dimitrov de Bulgaria. En un segundo plano podemos  situar a Perón y su esposa Evita. El último en llegar a este panteón de ilustres momias, fue otro de los colegas de Hugo Chávez, el coreano del norte King il Sung, el renacuajo que con sus aires de grandeza traía por la calle de la amargura a todo occidente.

Ahora llega Chávez, aun fresquito. Habrá que buscarle sitio. Todo dependerá de si va con su “chandalito”, su camisa roja o con el uniforme y las condecoraciones. Yo, si usted acepta un consejo señor Maduro, como bien presentado lo mejor es el uniforme. Esta vestimenta guerrera da más empaque, y como se dice: “a uno  según le ven le tratan.”
Una vez solucionado el tema estético, nos queda el técnico. Ahí no puedo ayudar pues mis conocimientos sobre momificaciones son nulos. No se quien puede llevar a efecto este trabajo: ¿un embalsamador o un taxidermista? Doctores tiene Maduro para solucionar el problema.

Comedia. Solo comedia. Pobres venezolanos. 

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