lunes, 12 de agosto de 2013

El cinismo de la canalla política.

Cada día que pasa me producen más repulsión los políticos.
Para explicar mi asco y repugnancia hacia esta casta de depredadores sociales, nada mejor que ponerles dos ejemplos que hace revolver las tripas por la impotencia, hasta el más abyecto de los sentimientos, el odio a semejantes mentirosos, que han hecho de la falsedad y el cinismo su medio de vida. No importa a costa de que o de quienes en tanto en cuanto ellos medren.
Fíjense bien en esta fotografía. ¿Les reconocen? Sí, son ellos; el ex honorable Jordi Pujol y su hijo. Ellos son los que se envuelven en la bandera de Cataluña. Los que cantan el segador por todas las esquinas. Los que luchan heroicamente, con desden y sin desmayo, contra las felonías  y acoso de España. Los que están dispuestos a entregar su vida por la independencia de su amado pueblo. Todo mentira. A estos “señores”, junto a una Pléyade de plañideras nacionalistas, les importa Cataluña, y los catalanes un bledo. Quizás la independencia sea lo único importante en su falaz discurso. Naturalmente su interés es particular, no tiene nada que ver con el pueblo, pues en caso de independencia todos ellos podrían seguir viviendo a costa del pueblo catalán sin ningún temor a que el gobierno español les pidiera cuentas de sus fechorías.
¿Por qué digo esto? Verán; Según un Informe Interno de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal de la Policía Nacional, (UDEF) se ha podido constatar que la familia Pujol ha hecho grandes inversiones de capital en EEUU, Argentina y México, siempre mediante sociedades interpuestas y la mayoría en paraísos fiscales.
Mucho amor a Cataluña pero, la pela es la pela, y los cientos o tal vez miles de millones fuera de su amado país y a buen recaudo en paraísos fiscales mientras, un alto porcentaje de sus amados niños catalanes rayan la indigencia y están mal nutridos.
Ya cuento con los políticamente correctos que me llamaran demagogo. Pues no Realidad.
Fíjense bien en sus caras y cuando les hablen de su amor y abnegación por la patria catalana recuerden su catadura moral.

Otro ejemplo de desfachatez e incoherencia política la encontramos en la señora Christine Lagarde, la directora del FMI.
Esta señora es otra de las impresentables mantenida por los impuestos de todos los europeos. Es ni más ni menos la directora da la institución que maneja el cotarro económico dentro de la Comunidad Económica Europea. Pues bien, esta buena mujer, esta acusada por la Fiscalía de Francia, en lo que se llamó el caso Tapie, por complicidad en “falsedad de documento público y malversación de caudales públicos”, en el tiempo que fue Ministra de Economía en el gobierno del ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, por el pago de 403.000 millones de € al empresario francés Bernard Tapie. Amigo personal del ex presidente de la República Francesa.
Con tan solo esa sospecha, esta señora no debe seguir ostentando el cargo de alta responsabilidad que aun ocupa. Pero no solo mantiene su cargo sino que además se permite el lujo de aconsejar al gobierno español que reduzca los salarios a los trabajadores. Ella, que lo primero que hizo cuando fue nombrada directora de tan importante organismo,  fue subirse el sueldo un 11%, en contra de  la política de moderación salarial del FMI. Cobrando a partir de ese momento 324.000 € netos al año y libres de impuestos.
En estos momentos es cuando echo en falta un gobierno enérgico con una representación en Europa valiente y fuerte que se atreva a pedir la dimisión de esta presunta y la conmine a no meterse en los asuntos interiores de un país soberano como España. Ahora es el momento de escuchar la intervención de Almunia exigiendo la dimisión inmediata de esta mentecata, él que tan rápido estuvo para pedir que España devolviera los dineros concedidos a las empresas navales de nuestro país. Pero con estos políticos de medio pelo no veo claro que así llegue a suceder.

Dos ejemplos de cinismo que te revuelve las entrañas.

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