domingo, 6 de octubre de 2013

De terrorista a héroe catalanista.

La chaladura general de los independentistas catalanes sigue la hoja de ruta sin conocimiento. Sus desvaríos históricos han llegado a cotas de alucinación. Los pueblos, para consolidarse como país, necesitan un pasado que avale su autenticidad. La historia del condado de Barcelona no es para los secesionistas  lo suficientemente épica para conseguir la tan ansiada independencia. Los condes de Barcelona no pasaron de condes, dependientes del reino de Aragón, por lo que no sirven como patriotas a los independentistas. Una nación que se precie necesita sangre de héroes. Si la historia no te los da, se inventan. Y en eso estamos.

El primer personaje en ser elevado a los altares heroicos patrios es Rafael Casanova, un jurista que en la guerra de sucesión de España eligió el lado equivocado al apoyar los intereses de Carlos de Austria (no de Cataluña) a la corona de España. Como es sabido fueron los Borbón los triunfadores. Aprovechando este pasaje bélico, los independentistas, viendo el filón que se les presentaba, adaptaron la historia a su leyenda particular y de la noche a la mañana tenemos a un   austracista convertido en un patriota catalanista que dio su sangre (poca, pues sólo fue herido)  por la causa de los  Mas, Oriol Junquera y compañía.

Pero hay que aumentar el santoral heroico. Para ello los independentistas reivindican la figura infame del fundador de la banda terrorista Ejercito Popular Catalán, Jaume Martínez (apellido eminentemente catalán) Vendrell. Este abyecto individuo tiene como valores aportados a mayor gloria de Cataluña, el asesinato, en 1977 del empresario textil José María Bultó.

Para el presidente de Ezquerra Republicana, Oriol Junquera, este terrorista, es merecedor de la calle que lleva su nombre en su pueblo, Santa Coloma de Cervelló, por su “patriotismo” y “buen comportamiento ciudadano”. Con estas valoraciones en favor de un criminal ya podemos sacar el perfil moral de semejante individuo.

La grandeza de una nación, pueblo o país esta en la generosidad de sus gobernantes para con los ciudadanos que ayudan a configurarlo y engrandecerlo. Si quieres héroes que enaltezcan el espíritu patrio, quita la calle a ese parásito desalmado y pónganle toda una rambla al señor Bultó. Un ciudadano que con su esfuerzo y capacidad de trabajo creó parte de la riqueza de Cataluña, tanto en lo económico como en lo humano.

Pero estos descerebrados rencorosos prefieren cegar para que otros no vean y con su odio visceral y cateto están destrozando Cataluña y dividiendo irremisiblemente a los catalanes.

Esta gentuza no es de fiar. O se les corta las alas, sin complejo. O acaban con Cataluña y con España como nación.


Hay que aplicarse señor Rajoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario