domingo, 29 de septiembre de 2013

Doña Susana, la osadía de la ignorancia.

Hace unos días, el señor Griñán  ha cedido su cargo de presidente en la Junta de Andaluza a su segunda de abordo la señora Susana Díaz, una mujer  cuyos méritos intelectuales y políticos se reducen a ser militante del PSA desde su adolescencia. Jamás ha trabajado en nada. Nunca ha sido responsable de lugar alguno de trabajo. Su curriculum laboral se reduce a trepar dentro del partido y haber terminado la carrera de derecho en un plazo record de 10 años. Toda una proeza académica. Pues bien. Esta es la nueva presidenta de todos los andaluces. Una ignorante funcional que sin pasar por las urnas, por medio del dedo “democrático” del señor Griñán, ha tomado posesión de la Junta de Andalucía sin pegar un palo al agua. A parte de emanar de un gobierno donde la corrupción está institucionalizada.

Hace falta ser muy valiente, para que sin vergüenza  ninguna con la  osadía  propia del mentecato esférico, se atreva desempeñar un cargo que la supera en todos los sentidos.

Pero su atrevimiento va más allá, y lo hace manifiesto en su discurso de investidura.  La imprudencia es el enemigo número uno del inane y esta buena mujer no ha defraudado.

En su discurso comunica  a todos los allí presentes que desea cambiar la manera de hacer política. Quiere terminar con la corrupción, de la que siente vergüenza y expresa su rechazo total, tanto a la complicidad, como a la tibieza hacia ella. Proponiéndose combatirla con todas sus fuerzas. Y expone una serie de medidas, que viniendo de quien vienen, se convierten en el bla, bla, bla incoherente y embrollador de siempre. Y para que no quede la menor duda de sus buenas intenciones, remata la faena con el compromiso personal de que la trasparencia sea el principio rector del futuro funcionamiento de la administración.

Toda esta palabrería, pues no se puede calificar de otra manera, se la vino abajo pocos días después. El recién elegido Vicepresidente de la Junta de Andalucía “Don” Antonio Vicente Lozano, es imputado, por la jueza Alaya, en la causa de los ERE por presuntos delitos de prevaricación y malversación de Caudales Públicos. Y le impone una fianza de Responsabilidad Civil de cuarenta y seis millones de €, a fin de asegurar las responsabilidades pecuniarias que puedan declararse procedentes. Si este señor, solo conocido en su casa por Navidad, paga esta fianza, para mí deja de ser presunto y tendrán que investigar de donde saco ese dinero. A no ser que se lo haya dejado Barcenas.

Doña Susana, cuando uno tiene el rabo de paja lo mejor es ser prudente. ¿A quien quería dar clases de honradez con su discurso pleno de mentiras y demagogia barata? Si en verdad desea acabar con la corrupción, pronto le ha llegado la ocasión. Su segundo cesado y toda la documentación que pida la jueza enviada inmediatamente. Ver para creer.


Después de esto yo me pregunto: ¿No hay vida inteligente en toda Andalucía que acabe con esta chusma de indeseables, zafios, ignorantes y ladrones? 

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