martes, 26 de mayo de 2015

Volvió ZP y la armó…

 Cuando todo el mundo creía haberse librado de él, infelices, reaparece de nuevo cuan ave Fénix de entre sus cenizas de inconsciencia y frivolidad para deleitarnos con nuevos capítulos de su exuberante “ingenio” y “erudición”. Esta vez, el increíble ZP, utiliza como tribuna la Universidad Internacional de Casablanca. Desde tan docto lugar hará saber a los allí congregados, todos marroquíes y musulmanes, sus nuevas reflexiones a cerca  de la cultura árabe que según él: “La cultura árabe es muy importante para nosotros”. Y ya, viniéndose arriba, elogia el modelo Islam que promueve el país magrebí, al que califica de respetuoso  y con ideas abiertas. (Hace unos días el Gobierno de Marruecos ha prohibido una película que cuenta la vida de cuatro prostitutas en Marrakech. Vaya ojo el de ZP con el aperturismo Magrebí.)
Ya se que no se da cuenta de lo que dice, toda su vida habló por hablar, sin pensar las consecuencias, pero de un plumazo se carga toda la era hispano-romana y la cultura judo- cristiana por la que se rige todo occidente y América. Vamos, el mundo civilizado en la actualidad. Naturalmente no puedo olvidar la aportación que hicieron los árabes al sur de la península Ibérica, Al-Ándalus, a partir del siglo VIII y la influencia que pudieron tener en Andalucía durante su largo periodo de ocupación, ocho siglos, pero su importancia fue en exclusiva en zonas puntuales de la península. La España cristiana pasaba totalmente del Islam y se reorganizaba para comenzar, lo que se llamó, la reconquista de los terrenos robados a España. En cuanto a la cultura islámica, una cultura de conquista y represión, como en la actualidad, poco tiene que ver con la realidad. A no ser que el señor Zapateo se crea que judíos, árabes y cristianos vivían juntos de forma idílica y como buenos vecinos, cosa que trata algún incompetente de los muchos que hay por las páginas de la historia, hacernos creer.
Comprendo que quiera quedar bien con los que le pagan para disfrutar de su erudición pero, por favor, no trate de cambiar la historia para hacer la pelota  a los habitantes de un país que no nos puede ver y que con el que sólo, por motivos de geografía, estamos obligados a la coexistencia.

No siga empeñado usted con el cuento de la Alianza de Civilizaciones, pues una civilización del  siglo XXI, en constante evolución, jamás se entenderá con otra de la Edad Media. Cuando vuelva a Marruecos, que seguro que volverá ya que al parecer es el único lugar donde le invitan para escuchar sus majaderías, y de paso les dé jabón, no meta a España en sus cosas, no diga “para nosotros”, diga para usted. No crean en ese país  que todos somos como usted. Hágalo por el bien de España y por su bien no sea usted tan desahogao. 

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