miércoles, 27 de mayo de 2015

Rajoy, te lo ganaste a pulso.

Los españoles votaron y pasó lo que tenía que pasar.
El señor presidente del Gobierno no se enteró de lo que pasaba en España hasta que fue demasiado tarde. Aún así sigue con su discurso triunfalista y no asume el varapalo que ha sufrido el 24-M, según parece, después de escucharle las últimas declaraciones.
Dicen que el poder aísla. La actuación del señor Rajoy  lo deja bien claro. Sólo se ha preocupado de la deuda europea, cosa que había que hacer, y de los mandatos y palmaditas en la espalda de la señora Merquel, olvidándose del pueblo llano. Un pueblo que ha sufrido la estafa de la banca; los  robos de los degenerados políticos que hasta la fecha siguen paseándose por sus ciudades mientras los ciudadanos son masacrados a impuestos, desahuciados y obligados a vivir en la calle para mantener un sistema capitalista  que ya está dando los últimos coletazos. Los tiempos han cambiado pero las fórmulas de vida siguen igual o peor, y el señor Rajoy y sus secuaces ministros siguen sin enterarse. No se puede echar a una familia a la calle o pagarla sueldos de supervivencia mientras otros se llevan cuarenta millones de € por la patilla y no pasa nada. No es de recibo que el yerno del ex-Rey de España junto con un amiguete y su esposa, se lo lleven calentito y hasta el fiscal, con todo el morro del mundo, diga que la Infanta no sabía nada y en vez de acusar, que para eso están los fiscales, haga de abogado defensor, en tanto en una familia media no tengan para comer. No es de recibo que con su incompetencia hayan acabado con la clase media, que era en definitiva quien mantenía el país. No se puede prometer acabar con los gasto suntuarios del Gobierno y los ciudadanos darse cuenta que las autonomías , ministros, secretarios etc... sigan con sus coches oficiales gastando sin conocimiento en cosas tan banales como comidas de miles de € o cenas con champán francés de mil € la botella, cuando un padre de familia cobra un sueldo de seiscientos o un parado de larga duración con una familia a su cargo, recibe cuatrocientos veintiséis €. No es de recibo que los autónomos sean machacados a impuestos y estén condenados a cerrar los negocios que con tanto esfuerzo tratan de sacar adelante, creando trabajo y riqueza y los que se dedican a vivir de la mordida de las comisiones fraudulentas se paseen por delante de tu ruina  con el chófer, coche a la última y la querida o furcia de turno. No es gratificante ver que toda una tierra como Andalucía este regida por mafiosos que estafan a Dios y su madre y el político de turno ande dando largas para no meter en la cárcel a los autores de la estafa. A usted mismo señor Rajoy, le han ido creciendo los corruptos como setas en primavera y aunque haya pedido perdón, los ciudadanos no ven el propósito de la enmienda por ninguna parte.
Usted en todo este tiempo ha apartado a los ciudadanos de su lado, tal vez le molestaban sus quejas de todo punto injustas, pues la economía del país iba viento en popa, pero incomunicado en su atalaya, no apreció que los beneficios de esa economía no llegaba al pueblo sino que se queda entre los dedos de los golfos de turno y las grandes empresas que eran, en definitiva, las que gozaba de la confianza y prebendas de la política económica que usted desarrolla,  para que sus amigos de Europa siguieran dándole golpecitos en la espalda y animándole a bajar más los sueldos y subir más los impuestos.
Estas lluvias, señor Rajoy, son las que han traído estos lodos. Lodos que van a ser muy difíciles de limpiar.
Por todo esto, lo que debe hacer usted es convocar elecciones generales y marcharse a su casa.

España esta llena de españoles, como usted dijo en uno de sus discursos. Usted prefirió a los alemanes y la palmadita en la espalda de Europa. A los españoles les hizo usted burla.

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