jueves, 17 de mayo de 2012

Las Cajas siguen siendo noticia

Lo de las Cajas de Ahorro no tiene nombre. Siempre hay algo nuevo que nos sorprende.
Ahora resulta que un cajero de una sucursal de Caja Mediterráneo en Molina de Segura ha rapiñado 450.000 €.

En principio me llevé una gran alegría al poder evidenciar que todavía, con la que está cayendo, hay cajas en España que tienen dinero. Esta al parecer tenía 450.000 €, por lo menos. Y acto seguido acudió a mí un sobresalto en forma de duda, ¿Tendremos que pagar los ciudadanos la sustracción  de este temerario bancario?

Pronto fui tranquilizado por un amigo que, de hace un tiempo para acá, se ha convertido en un entendido en estos escabrosos asuntos del choriceo bancario. Al parecer solo tenemos que pagar lo que han aligerado los sindicalistas y politiquillos que formaban parte de los consejos de administración de las citadas Cajas. Menos mal.

En este caso particular, seria el ejecutor y culpable del atraco quien correrá con la devolución del dinero sustraído. De hecho, ya está la INTERPOL buscándole.

Después de esto, ya quedé más sosegado y ahora me da pena de este pobre pusilánime. Para su desgracia no ha estado bien asesorado, y por culpa de esta miseria sustraída acabará con sus huesos en la cárcel.

Escuche usted este consejo, mi intrépido amigo, por si se le presenta otra ocasión. En primer lugar tiene que hacerse consejero de la caja de ahorros que usted  pretenda saquear. Ya sé que esta pretensión le queda lejana, pues solo es un trabajador de la sucursal que gracias a sus estudios de contabilidad y los cursillos correspondientes y, después de muchos sacrificios, a lo más que ha podido aspirar, hasta el momento, es a cajero. Pero créame, si hace caso de mis consejos, en unos años  llegará a ocupar un puesto dentro de esa administración. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo: Primero afíliese a un partido político o en su defecto a un sindicato. Tanto monta, monta tanto.

Cuando redacte su curriculum profesional hágalo con moderación. Nunca asevere con rotundidad sus conocimientos, pues creará animadversión entre sus superiores, quienes normalmente son enchufados políticos  que están menos cualificados que usted, con suerte, son  unos incapaces esféricos. Para hacerlo utilice la formula inventada por José Blanco que le llevó a la vicepresidencia: Estudios de… Esto es como decir que has estudiado pero no sabes de lo estudiado, aunque tienes estudios no tienes licenciatura. Es decir que no tienes nada. ¿Lo entiendes?

Ejemplo: Ana Valenciano, la que lleva las cosas de Rubalcaba, tiene estudios de Derecho y Ciencias Políticas. Pero  no es licenciada en nada.
Paxi López. Aunque el López de su apellido pueda llevar a engaño, no se equivoca, es el Lehendakari del País Vasco. Decía ser Ingeniero Industrial. Por lo visto no terminó la carrera.
Carmen Chacón. Se presentaba como doctora, y se descubrió que solo había asistido a un curso de doctorado.
Trinidad Jiménez. Suspendió en dos ocasiones las oposiciones a la carrera Diplomática.
Bernard Soria. Lo de este simpático muchachote es de traca. Decía ser Decano de la Universidad de Valencia y haber participado en barias investigaciones en Alemania y Singapur. Todo falso.
Javier Viondi. El candidato por IU a la alcaldía de Getafe. Decía ser médico a todo el que le preguntase. Todo mentira.
Pero lo que riza el rizo de la cara dura política es lo de José Montilla. Un indocto que tan solo con un bachillerato, llegó a ser Honorable.
Y lo mejor es lo de Manuela de Madre. Esta directamente no tiene curriculum profesional. Ha vivido toda su vida de la política, no hay más.

Hay muchos más indocumentados como estos. Pero como ejemplos creo que son suficientes. Todos estos parásitos y más, viven divinamente a costa del politiqueo y la charlatanería. Pueden afanar lo que quieran sin que les persiga la INTERPOL ni tengan que dar explicaciones. Vamos, que si usted, mi intrépido cajero, hubiera sido sindicalista o político, coge los 450.000 € o lo que quiera, y en vez de ir a la cárcel, seguro que le hacen Director General.

No hay comentarios:

Publicar un comentario