Ya está uno harto de los
políticos españoles. En lo que va de democracia se han convertido en una casta
de mangantes profesionales.
Ahora resulta que han perdido la tableta, y
reclaman que se les dé una nueva.
Qué casualidad, no la han
extraviado dos o tres, no, la han extraviado una treintena de ellos. Esto hace
pensar que, o bien, estamos en manos de unos despistados compulsivos, o de unos
rateros de poca monta.
Ya es bastante vergonzoso verles
cobrar unos sueldos inmerecidos que con su mediocridad jamás hubieran soñado en
su vida profesional. Pero, hombre, pringarse en una tablet ya es de rateros. En
cualquiera casos lo que deben hacer es comprar una nueva o, en caso contrario,
descontar el valor de la maquinita de su próxima nómina. Porque aunque piensen
que “El dinero no es de nadie”, como dijo una lince del PSOE en cierta ocasión,
quiero poner en su conocimiento que ese dinero, con el que se les ha comprado
esos aparatitos de última generación, es de todos los españoles.
Lo malo de estos políticos de
medio pelo es que se han creído que España es de ellos y pueden hacer y
deshacer a su antojo sin tener que dar cuenta de sus fechorías. Han hecho de la
política una profesión bien remunerada y con patente de corso, sin darse cuenta
que con estas pillerías cada vez se están “enmierdando” más.
Todos estos tristes y deplorables
hechos son debidos a la poca preparación
académica y la ignorancia que arrastran
muchos de ellos. Esto te hace pensar que para ser político en España solo se
necesita, como currículum, no haber suspendido la ESO más de tres veces.
Claro, con esta perspectiva, a
uno se le inflan las narices, y otras cosas que también son de mucho inflar,
tener que mantener a esta jarcia de indocumentados por no hacer nada, mientras
el resto de los españoles tenemos que trabajar, sin apoyos ni reconocimientos,
para mantener a estos profesionales del chanchullo y la chapuza.
Pues bien, ya que tenemos que
sufrirlos irremediablemente, al menos que sean personas preparadas. Tanto en lo
moral como en lo intelectual. Por esto propongo que se cree una facultad para
políticos. Entonces tendremos políticos profesionales de verdad y de esta forma
esos puestos públicos de responsabilidad estarán ocupados por gentes
cualificadas y no por cualquier chiquilicuatre medio analfabeto y trincón.
En fin, de momento que paguen la
tableta. A mí me ha costado mucho comprársela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario