viernes, 9 de noviembre de 2012

Estamos rodeados de cacos.


Ya está uno harto de los políticos españoles. En lo que va de democracia se han convertido en una casta de mangantes profesionales.

 Ahora resulta que han perdido la tableta, y reclaman que se les dé una nueva.

Qué casualidad, no la han extraviado dos o tres, no, la han extraviado una treintena de ellos. Esto hace pensar que, o bien, estamos en manos de unos despistados compulsivos, o de unos rateros de poca monta.

Ya es bastante vergonzoso verles cobrar unos sueldos inmerecidos que con su mediocridad jamás hubieran soñado en su vida profesional. Pero, hombre, pringarse en una tablet ya es de rateros. En cualquiera casos lo que deben hacer es comprar una nueva o, en caso contrario, descontar el valor de la maquinita de su próxima nómina. Porque aunque piensen que “El dinero no es de nadie”, como dijo una lince del PSOE en cierta ocasión, quiero poner en su conocimiento que ese dinero, con el que se les ha comprado esos aparatitos de última generación, es de todos los españoles.

Lo malo de estos políticos de medio pelo es que se han creído que España es de ellos y pueden hacer y deshacer a su antojo sin tener que dar cuenta de sus fechorías. Han hecho de la política una profesión bien remunerada y con patente de corso, sin darse cuenta que con estas pillerías cada vez se están “enmierdando” más.

Todos estos tristes y deplorables hechos son debidos a  la poca preparación académica  y la ignorancia que arrastran muchos de ellos. Esto te hace pensar que para ser político en España solo se necesita, como currículum, no haber suspendido la ESO más de tres veces.

Claro, con esta perspectiva, a uno se le inflan las narices, y otras cosas que también son de mucho inflar, tener que mantener a esta jarcia de indocumentados por no hacer nada, mientras el resto de los españoles tenemos que trabajar, sin apoyos ni reconocimientos, para mantener a estos profesionales del chanchullo y la chapuza.

Pues bien, ya que tenemos que sufrirlos irremediablemente, al menos que sean personas preparadas. Tanto en lo moral como en lo intelectual. Por esto propongo que se cree una facultad para políticos. Entonces tendremos políticos profesionales de verdad y de esta forma esos puestos públicos de responsabilidad estarán ocupados por gentes cualificadas y no por cualquier chiquilicuatre medio analfabeto y trincón.

En fin, de momento que paguen la tableta. A mí me ha costado mucho comprársela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario