martes, 16 de junio de 2015

Que comience el espectáculo.

Los pactos están hechos y la suerte está echada.
El PSOE, con el ánimo de cegar porque otro no vea, ha procurado el acceso al poder municipal a una izquierda rancia que entiende poco de democracia pues las soluciones que predican están anticuadas y fuera de la cobertura política  actual.
No creo equivocarme, flaco favor ha hecho el partido socialista a esta sociedad arruinada y  a su propio interés como partido político. No se quién asesorará  al señor Sánchez, pero quien quiera que sea, en las próximas elecciones le va a llevar al borde de la desaparición. No acaban de entender que para llegar a gobernar hay que mantener una coherencia de criterios y posturas y no ser un chisgarabís que se alía con el último que llega. No se puede decir, como el señor Carmona, no pactaré con populares ni populistas, y unos días después se deja caer en los brazos de la señora Carmena; una anciana con ideas trasnochadas como sembrar de huertos los parque de Madrid para que la gente los trabaje, y tics absolutistas que nada tienen que ver con una democracia occidental que se precie.
Viendo lo visto hasta el momento la cosa no pinta bien. No se puede tener un concejal de cultura como  Guillermo Zapata, haciendo chistecillos antisionistas y racistas propios del nazismo más recalcitrante. O la desgraciada gracieta de Pablo Soto, número 8 de Ahora Madrid, dirigiéndose al personal sectario que le asiste, que para su próximo truco necesita una guillotina, una plaza pública y a Gallardón, al que hay que torturar y guillotinar. Se ve claramente que las inclinaciones políticas de este individuo pertenecen al grupo de los jacobinos que tanta sangre inocente derramaron durante la Revolución Francesa. Pero, en este grupo encabezado por doña Manuela, hay más iluminaos que quieren sembrar el terror en el Ayuntamiento de Madrid, como Jorge García Castaño número 10 de este grupo asambleario, quien estimula a sus seguidores diciendo en la red: “ Es el momento de empalar a Toni Cantó”. Todas estas brutalidades son más propias de un EI que de una sociedad avanzada.
Espero que todo se quede en bravatas sin sentido y que no lleguemos nunca más a esas salvajadas. Pero dicho queda.
Viendo de qué pie cojean estos sujetos me atrevo a hacer de vidente y predecir, con un error  de diez días a lo sumo, que todos estos mangantes acabarán a gorrazos en un plazo de seis meses. El problema está en vigilar que no se lleven a nadie por delante.

La predicción está hecha. Ahora, que comience el espectáculo.  

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