jueves, 9 de agosto de 2018

El fraude al poder.


El okupa Pedro Sánchez “el bello”, ha equivocado  la fantasía con la realidad y cree que en este tiempo de desgobierno está a la altura de la dura realidad por la que atraviesa España, y en su ensoñación  irreal, llega a pronunciarse con la fantástica frase de: “Estoy potente, resistiré”. Pero la realidad es totalmente opuesta a su  anhelo imaginario. Como el ve que todo marcha viento en popa en su quimera idealista y animado por la retórica triunfalista del “sublime” ex presidente ZP quien augura. “Que sepan todos que tenemos gobierno socialista para rato”. Y con estos ánimos del ínclito ex presidente, sin pensar lo gafe que es este desahogado, el bello Pedro se nos va de vacaciones, atrás deja el problema de la exhumación de Franco, los presupuestos sin aprobar, Cataluña y la sublevación pendiendo de un hilo, el problema de los emigrantes con la llegada masiva,… Pero eso ya se solucionará después del figureo vacacional, que es en realidad, lo que pretende este fantoche de opereta bufa. El okupa Sánchez no tiene plan alguno para España, está a las ordenes de comunistas antidemócratas y de fascistas independentistas, le importa un bledo lo que ocurra en España, lo más que puede sucederle es anticipar las elecciones, cosa está que ya tiene asumido. De momento, se aprovecha de unas vacaciones que siempre soñó en sus interiores derivas. Un avión particular para ir a conciertos y otros eventos, fotografías con los reyes y un sin fin de acontecimientos públicos y privados que un anodino personaje como el nunca soñó.
El cinismo de este okupa  es de dimensiones astronómicas, pacta lo que sea con  quien sea con tal de seguir disfrutando de su cargo a cualquier precio, es un político poco fiable, un personaje mediocre  capaz de cambiar de opinión según sus intereses, un farsante capaz de mentir sin mover un músculo de su duro rostro, digno alumno de ZP aquel que decía jugar en la champions league  y del que todo Europa se reía viendo a donde llevaba a España.
Esperemos que después de las vacaciones de este bribón, vengan nuevas elecciones y todo regrese a la normalidad. 

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