lunes, 25 de marzo de 2019

¡Ha vuelto! Y que.


Después de unos días ejerciendo de padre, el golfo de Pablo Iglesias ¡ Ha vuelto! Y todos nos hemos quedado tan tranquilos, mucho más después de ver el éxito de su vuelta. El geta Pablo pensó que con tan sonada puesta en escena iba a petar, y sus seguidores  dejarían pequeña la plaza para escuchar su discurso de gran líder obrero, llenándolo todo con su mitin de compañero incondicional comunista, pero quedó claro que los escritos no salen igual desde un pisito de barrio  que desde la terraza de una casona de alta casta. Y es que tienes que reconocer, pillastre, que los discursos escritos con vistas a la piscina, no salen tan sinceros y mediáticos que los escritos entre cuatro paredes grasientas. Te equivocaste,  gandul, y ahora tus mentiras suenan más a falsedad que las contadas desde el pisito en el que vivías. Pero vamos a ver caradura, ¿Cómo puedes decir a esa pobre gente, que no llega a mitad de mes, las patochadas de siempre sabiendo, que tu te vas  a dormir caliente en tu casoplón mientras ellos viven de ocupas, hay que tener la geta como el cemento para vacilar de manera gratuita a todos esos perroflautas que han acudido a tu show de ricachón, para tu solaz satisfacción.
Pero la cosa está clara, solo han ido a verte y escucharte decir paridas, como quien dice, seis paniaguados que  aspiran a tener una vida como la tuya. Se ha visto claro que lo que deseabas era ser casta y en cuanto lo has conseguido, las cosas las ves desde otro prisma, la terraza de tu jardín, vete ya, no sigas forzando a los ocupas, titiriteros y demás menesterosos, a aguantar esos mítines, vacíos de contenido, a los que les fuerzas. Se te ha visto el plumero truhán, ahora ya sabes que no se puede estar engañando siempre a los mismos por mucho que les cuentes lo que quieren oir. La gente es tonta hasta que deja de serlo.

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