Ya han pasado unos días de la
manifestación feminista y quiero hacerme
eco de lo maravilloso que resultó, viendo a la mujer del bello Sánchez dando
saltitos junto a unas desbocadas ministras que gritaban, como posesas, pidiendo
ver la bandera del PP que, al parecer no
acudió a tan magna concentración de mujeres. Lo que también llamaba la atención
eran las jóvenes que, portando tambores y bombos, amenizaban el pasacalle al ritmo de bachata y músicas africanas como
si no hubiera un mañana. Cuanta gracilidad en sus coordinados movimientos,
cuanta emoción en sus gritos diciéndole al pobre Alberto Casado algo así como:¡Alberto,
Casado, yo te hubiera abortado! Eso si,
poniendo un énfasis especial en la palabra abortado de la que estas chicas
están tan orgullosas. Las únicas feministas de verdad son ellas, las demás
mujeres que no quieran abortar o perseguir a los hombres por machistas y maltratadores,
solo son unas pobres mujeres subyugadas al macho ibérico asesino. Porque esa es otra, para estas acémilas, el hombre por el mero
hecho de ser del genero masculino ya es de suyo un maltratador. Y a ver
quien lleva la contraria a tan
“preclaras señoras”.
Lo que tenemos que agradecer a tan singulares personajes con su manifa,
es que han puesto claro de que pie cojean, son unas excluyentes sectarias y
ultra izquierdistas. Así que ¡A correr que vienen! Y no traen buenas
intenciones.
Cuanta tonta cría la manipulación de quienes viven a costa de estas
pobres descerebradas. Es cierto que hay criminales que matan y maltratan mujeres,
esos son unos aberrantes asesinos que hay que terminar con ellos como con cualquier
criminal sea hombre o mujer, pero de ahí a manipularlo políticamente por la
izquierda más sectaria y extrema va
un mundo. Dejen de criminalizar al
hombre que ya estamos en el siglo XXI, hay que acabar con los asesinos y
maltratadores, pero todos juntos, sean del género que sean pero no
criminalicemos al hombre en general. Esto lo pido a las mujeres inteligentes y
coherentes que gracias a dios hay muchas aún, no se lo pediría a esas feminazas
cuyos conceptos humanos y de género ya están manipulados al extremo de la
desintegración social, pues es perder el tiempo. Quieren una sociedad igual, yo
prefiero ser la mitad hombres y la otra mitad mujeres y así estamos tan
ricamente. No más manipulación, si más acuerdo y consenso, no tiene porque
perder ni ganar nadie, sigamos unidos ambos géneros, apartemos a los asesinos y
maltratadotes y obviemos a las feminazas adoctrinadas, por muy bien que toquen los tambores y bailen
al son de la extrema izquierda
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