Una vieja independentista,
exiliada como el cobarde Puigdemont, ha querido mofarse de los muertos en
Madrid por culpa del coronavirus, y ha
hecho el ridículo más espantoso, cosa a la que ya estamos acostumbrados y ella
parece no saber. Su Graciela, sin ninguna chispa, venía a decir así: “de Madrid
al cielo”.
“Señora, o lo que sea”, supongo
que sabrá el refranero español, no sería nada sospechosa de saberlo siendo
Cervantes de Barcelona, como sus chalados historiadores se atreven a decir sin
ningún rubor, pues uno de sus sabios refranes dice así: “no ofende quien
quiere, sino quien puede”, y eso pasa con usted. Es tan tonta y desinformada,
que hace burla de lo que usted tiene por su querida tierra, a no ser que en
Cataluña, solo tengan “el corona” y el virus, como raza supremacista, al igual
que los nazis alemanes, no les ataque.
Barcelona, el día 20 de este
mes, amaneció con 188 contagiados nuevos y 4 fallecidos. Entre los que han dado
positivos están su camarada Pere Aragonés e incluso ese individuo que sigue
presumiendo de presidente estando suspendido del cargo, el impresentable Quim
Torra. Estos personajes tragicómicos, supongo que irán, “de Barcelona al
infierno”, lo sospecho por lo llorones que sois por esas tierras del condado.
Bueno, “querida viejecita” espero que hayas comprendido el mensaje. Ya te digo:
“no ofende quien quiere, sino quien puede”, y tu, en tu infinita mentecatez, no
puedes. Disfruta de tus vacaciones, que por cierto, aunque nos parezca muy mal,
te las pagamos todos.
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