A todos estos políticos, o
lo que sean, se les va viendo la pluma “chupoctera” poco a poco. Son tan poca
cosa, que en cuanto les llega poca pasta, comienzan a venderse al mejor postor
para seguir recibiendo el pecunio del que, bien, viven. Ahora le toca enseñar
el plumero al exiliado de lujo catalán Puigdemont con sus últimas declaraciones
en la “comedia de Perpignan. Trata de frenar la crisis con el PDECAT y presenta
una lista con él, Torra, y Artur Mas, de presidentes efectivos, una buena forma
de repartirse Cataluña sin contar con los catalanes, que solo están para
votarles a ellos que son los salvadores del viejo condado del antiguo reino de
Navarra.
Pero como se puede ser tan
golfos y con tanta desfachatez. No acaban de comprender, o no quieren, que Cataluña es de todos los españoles,
como lo es Cantabria o Las Canarias, y ellos, en su demencia independentista,
nada legal pueden hacer. Explíqueselo usted, señor presidente, sea usted
valiente y póngales las pilas a este grupo de mangantes golpistas. Y si no
puede con ellos, como se están viendo sus actos, junto al gamberro comunista
del vicepresidente, pues inventen algo para que no nos cuesten más dinero, y
háganlo antes que nos arruinen a todos. Quizás es lo que buscan.
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