Comienza la marcha atrás.

Ha informado un diario digital, que en medio de tantos muertos y pandemia de consecuencias tan dolorosas, un grupo de podemitas, quieren presentar al gobierno una propuesta para demoler el Valle de los Caídos. Esperamos que sea uno de esos bulos de los que se habla y golosea un simple deseo de los kamikazes comunistas recalcitrantes   cuyo odio no les deja ver más allá de sus narices estalinistas. Aunque si repasamos la historia del comunismo, veremos que ya se hicieron cosas  parecidas en su largo bagaje criminal. Podríamos recordar las andanzas del estalinista Pool-Pot, que dejó Camboya reducida a la mitad de su población, unos morían como consecuencia de los exilios forzados para separar familias enteras, y otros fusilados y torturados por las jemeres rojos. Así se escribe la historia del comunismo internacional. Estos despreciables y ruines   ciudadanos extremistas me recuerdan a aquellos talibanes, que volaron por los aires un montón de budas gigantes, patrimonio de la humanidad, porque ofendían a Alá y Mahoma. El analfabetismo y fanatismo de los comunistas patrios les puede llevar a cometer cualquier tipo de estos desmanes contra todo lo que huela a religión católica. No han asimilado, todavía, que perdieron la guerra, que cobardemente, provocaron con sus matanzas y actos criminales, quemando conventos e iglesias y asesinando a clérigos, monjas o ciudadanos normales, por el mero hecho de ir a misa. Repasando un  poco sus antecedentes, se puede esperar cualquier salvajada de estos resquemados sociales, trasnochados e ignorantes que son capaces de “cegar por que otros no vean”.

Demoler el Valle de los Caídos, quisieran y… La Catedral de Burgos, de León… Y así hasta el infinito, siempre y cuando ellos vivan haciendo el vago, manteniendo de inacabables discursos de odio y echando la culpa de todo lo que destruyen, a los partidos democráticos que se oponen a sus bajezas morales y éticas.

Ojo con estos talibanes, son peligrosos.