Ahora resulta
que a la “señora” Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, no la
dejan ser ni jefa, ni catedrática ni nada de nada en la Universidad de la Complutense, debido
que los estatutos de este centro lo prohíben y además, porque esta señora no
está preparada para ostentar ningún cargo público ni social con el currículum que presenta. Es normal que una institución,
como la que nos ocupa, con tanto prestigio y lustre, no sea capaz de soportar
la influencia de un cara dura, que por el mero hecho de ser presidente del
gobierno, quiera colocar a su señora por encima de catedráticos y personas más
preparadas y con currículum con más peso intelectual, que el de ser la mujer
del presidente. Claro está, que después de haberle dado un master a dedo al
susodicho presidente, pueda pensar que tal vez, la universidad en cuestión,
podría echarle una mano para conseguir otra
intromisión que la facilitara a la “señora” Begoña el enchufe deseado. Pero la Universidad Complutense,
esta ahí antes que usted y seguro que no será la primera vez en que se habrá
encontrado con personajes caraduras como este vende-patrias, y su prestigio e integridad, no paga el tiro de
hacerle una mezquindad tan denigrante a este mamarracho.
Así “señora”
Begoña, a estudiar y sacrificarse, para poder llegar a esos puestos tan reconocidos y prestigiosos. No basta con el
cargo de su marido.
¡Que vergüenza
intentar ningunear a todos los profesores de la Complutense! ¡A tanto
puede llegar su desfachatez y endiosamiento! ¡Su inmoralidad ha alcanzado los
puestos más excelsos desde los cuales solo se puede llegar al ridículo y la
risión!
Son ustedes patéticos.
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