Franco, ese hombre.

Al parecer ya no se exhuma  a Franco del Valle de los Caídos  por decisión del gobierno del PP.

Se ha dado un buen disgusto a la rojería nacional que desde el 34 está obsesionada con ganar la guerra que ellos provocaron y que nunca  ganaron. Ahora quieren conseguir en los despachos lo que no pudieron en el campo de batalla.

La tozudez enfermiza de esta  recua de de necios está reñida con la democracia. Por una parte está bien que dejen al general en su  última morada, no vaya a ser que se  despierte y toda la rojería que ahora  vive tan ricamente tenga que salir zumbando  para Perpiñán como ya hicieron sus ancestros valientemente. Aunque si somos ecuánimes creo que a este hipotético  despertar tenga más miedo el PP por las chapuzas que están cometiendo con su Nación, Una, Grande y Libre que al paso que vamos no va a cumplir con ninguna de las tres máximas.  Aquellos cachorros de la derecha, de los que se esperaba tanto, se han convertido en unos perros desahogados que arramplan con todo lo que encuentran en su camino.  Seguimos esperando que después de la limpieza quede algo en pie para poder hacer de España una autentica democracia.

De la  izquierda no podemos esperar nada viendo como poco a poco se va autodestruyendo por un pelotón de mangantes que da poca credibilidad a las propuestas, anticuadas  y obsoletas para los tiempos que corren, que dan la sensación de buscar el, poder por el poder sin que haya nada detrás o solo una especie de gobierno parecida a la del sátrapa Maduro el caudillo comunista de Venezuela.

En fin, lo dicho Franco se queda en la tumba  para solada alegría de unos  y frustración de otros que ven que después de 40 años de la muerte del dictador siguen sin poder con él hasta después de muerto. Dentro de unos años volverán a revindica  lo mismo pera tapar su incompetencia y justificar sus sueldos y mamandurrias.